Por Malú Kikuchi.-

Perdón, voy a ser referencial. Con el aniversario de los 100 años del nacimiento de Astor Piazzolla quiero contar algo que viví y que merece ser contado. Yo trabajaba entonces en la producción de los programas de Bernardo Neustadt, con otras personas.

Sabía que por 1962 Bernardo le había pedido a Piazzolla una música que individualizara el programa que iba a empezar. Astor compuso una maravilla musical que llamó Nuevo Tiempo. A Bernardo le encantó y pasó a ser el himno de Tiempo Nuevo.

Supongo que fueron amigos, no lo sé, yo ni siquiera vivía en la Argentina. Pero llegado 1989, finales económicamente desastrosos del gobierno de Alfonsín, con una hiperinflación que nos comía los bolsillos, Neustadt invitó al programa a Astor.

Creo que fue a principios de Mayo, las elecciones presidenciales Alfonsín las había adelantado al domingo 14 de mayo. Los candidatos con más chances de ganar eran Menem y Angeloz. Dentro de la charla amena, el tema político no se podía evitar.

Piazzolla en uno de sus famosos ataques de mal genio (que le costaron varios y serios problemas cardíacos) empezó a despotricar contra Menem con una vehemencia feroz. Sobraron insultos, juró que si ganaba se iba de la Argentina para siempre.

Pasó el 14 de mayo, el FREJULI* liderado por Menem/Duhalde ganó las elecciones. Menem fue invitado a Tiempo Nuevo, dijo que sí. Bernardo dudaba que apareciera. Decía que “las cámaras van al presidente, el presidente no va a las cámaras”. Menem fue.

Se transmitía desde Buenos Aires Televisora Color, en la calle Colonia al 100. El Presidente electo llegó manejando su auto y con un solo acompañante. Bernardo lo acribilló a preguntas, la situación del país lo exigía. En la charla surgió el tema de Astor.

Menem, con su cansino acento riojano empezó diciendo que no entendía el porqué del ataque. Que no se conocían, que él tenía una enorme admiración por el talento de Piazzolla, que creía que era el más grande músico que había dado el país y uno de los mejores del mundo. Que para él sería un honor conocerlo.

Siguió el programa que tenía mucho público en el piso, ¡un Presidente en un estudio de TV! y de pronto vi que el público empezaba a dejar un camino libre hacia las cámaras y la mesa donde estaban Menem, Bernardo y Mariano Grondona.

Alcancé a ver a Piazzolla que se abría paso hacia la mesa, apurado, se le notaba la renguera y casi exhausto llegó hasta Menem. Con cierta aprensión alguien le acercó una silla. A Astor no le alcanzaban las palabras para disculparse ante Menem.

Se reprochaba el haberlo juzgado sin conocerlo. Retiró todo lo dicho anteriormente y le reconoció al Presidente su grandeza. Al mismo tiempo Piazzolla hacía visible su propia grandeza humana. Fue un hecho inolvidable, dos grandes dando lecciones de humanidad. No me refiero ni a la política ni a la música, eran dos grandes hombres capaces de perdonar y de reconocer errores.

Tuve el privilegio de vivirlo. Necesitaba contarlo.

* FREJULI: Frente Justicialista Unidad Popular

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