Por Jorge Azar Gómez.-

Más que una elección, el domingo 24, se parecerá más al comienzo del fin de un régimen al que nadie, salvo los adulones locales, quiere quedar pegado. Se lo huele en el ambiente. Todo lo que tocan se corrompe.

Son corruptos y saqueadores de profesión.

Aumento indiscriminado de tarifas, contratos de servicios modificados unilateralmente, los ancianos abandonados, las drogas en manos de quien lo quiera, el sistema de salud se desbarranca, la educación en manos de ignorantes, crímenes, asaltos, rapiñas en todo el país, los delincuentes ya son funcionarios presupuestados del gobierno.

Queda claro, que, como desde hace 15 años, permanezco en una posición de opositor frontal por perjuros, falsarios y falsificadores hasta de los detalles, al gobierno nacional y a todos aquellos que le hagan el campo orégano sin especulaciones bastardas acerca de si la crítica a uno o a otro beneficia a un tercero.

Asimismo queda firme que no todos los oponentes a nuestros adversarios no son necesariamente mis amigos y quienes los combaten no son de hecho aliados.

Es sabido que cuando el barco se hunde las ratas son las primeras en abandonarlo y estoy viendo muchas disimuladamente asegurándose un salvavidas o un bote.

El gobierno se equivoca si piensa que los que somos realmente opositores, somos cobardes.

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