Por Carlos Andrés Ortiz.-

Trascendió, de muy buena fuente, que el Instituto de Energía y Desarrollo Sustentable (IEDS), creado en 2002 como parte integrante de la Comisión Nacional de Energía Atómica, no existirá en la nueva estructuración institucional , y sus integrantes pasarán a formar parte de tres sectores diferentes, con lo cual es de prever que se perderán dos décadas de valiosa trayectoria de investigación y de divulgación, esta última actividad desarrollada por medio de la didáctica publicación llamada Hojitas, con la cual se difundieron distintos tópicos de la compleja y no muy conocida actividad del Sector Nuclear.

El IEDS es dirigido por el reconocido profesional y científico nuclear Dr. Daniel Miguel Pasquevich; y en la nueva estructura institucional, las actividades de difusión pasarán a ser de responsabilidad institucional del área de Comunicaciones, la cual puede tener un eje de acción con prioridades diferentes a las de difusión masiva de complejos temas científicos y técnicos nucleares, a lo cual se agrega el preocupante desguace del equipo de trabajo del IEDS.

La desaparición del IEDS aparece en línea con el abrupto freno al Plan Nuclear, perpetrado en el precedente período presidencial de fuerte sesgo neoliberal, y por ende contrario al desarrollo científico e industrial nacional, con medidas muy negativas como la paralización de la comenzada Central Nuclear Atucha 3, que involucró echar a muchos valiosos operarios altamente calificados; la ralentización del Proyecto CAREM de una avanzada Central Nuclear Modular; y el cierre con expulsión de valioso personal altamente calificado de la Planta Industrial de Agua Pesada, insumo imprescindible para nuestras tres centrales nucleares en funcionamiento.

En el actual período gubernativo nacional, pese a contar con el respaldo tecnológico y financiación blanda para recomenzar la postergada Central Nuclear Atucha 3, ahora planificada con uranio enriquecido, no se tomó la decisión altamente estratégica de avanzar en el tema, contra lo cual hubo difundidas fuertes presiones de EEUU para paralizar la iniciativa, y tampoco se avanzó en forma decidida a volver a poner en pleno funcionamiento la Planta Industrial de Agua Pesada.

En ese contexto de paralización o ralentización acentuada del Sector Nuclear (orgullo de la ciencia argentina), la desaparición del IEDS parece fungir en los hechos como una medida que resentirá el desarrollo nuclear argentino, sector del cual uno de sus aspectos a mejorar es su pobre inserción comunicacional masiva, por lo que los muy relevantes logros son muy poco o nada conocidos por el ciudadano medio de nuestro país, y por la mayoría de los comunicadores sociales.

Es bien sabido que la brutal deuda externa, asumida por el macrismo transgrediendo todas las normativas y sin ningún efecto positivo para la economía nacional, es un fuerte condicionamiento que entorpece o impide acciones estratégicas muy importantes para el desarrollo nacional.

Pero esos fuertes condicionamientos pueden y deben ser superados, para priorizar los genuinos Intereses Nacionales, y para lo cual podemos contar con valiosos apoyos externos.

¡Frenar el Plan Nuclear es un deleznable acto de Traición a la Patria!

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