Por Luis Américo Illuminati.-

La aparición de la Cristina Kirchner junto a Rita Cortese, la pone en el mismo nivel que «Rigoletto», el trágico personaje de la ópera de Verdi. La grotesca bufonada de la expresidenta causó vergüenza ajena. La improvisada comedia que Cristina representó se ajusta perfectamente a la tragedia de Rigoletto, bufón al servicio del Marqués de Mantua. La ópera de Verdi es una terrible moraleja -un bumerang- para los bufones como Cristina que se ríen de la desgracia ajena. Una desgracia de la que ella es la principal responsable. Y lo más triste y cruel es que dejó el país en ruinas. Y con el macabro chiste de poner de presidente a un individuo tan siniestro y corrupto como ella. El monumental «curro de los Seguros» lo pone a Alberto en la figura de un futuro fugitivo -léase exiliado- como el vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas Espinel, camino que, en última instancia Cristina tiene en mente.

En breve y patético diálogo con Rita Cortese la ex vicepresidenta, hizo alusión a los momentos de crisis que en el pasado atravesó la Argentina, recordando títulos de canciones y películas como “Yira Yira”, “¿Dónde hay un mango viejo Gómez?”, “Esperando la Carroza”, “Plata Dulce” y “La Historia Oficial”. Cristina Kirchner aprovechó la ocasión para criticar al Gobierno de Milei. «¡Hola! ¡Qué recibimiento, Rita Cortese! ¿Qué hacés querida? ¡Qué gusto verte! Y a renglón seguido en una de sus típicos papelones la presentó a Cortese ante la cámara como «una de las mejores actrices argentinas, lejos». Al darse un abrazo, la actriz le preguntó cómo estaba y Cristina le respondió: «Bien, bien, trabajando. Bien dentro de lo que se puede estar bien con una situación como la que está viviendo la gente y el país. Todo. Es tremendo, ¿no?». Y apuntó: «Horrible, horrible es poco» y se refirió a las cuestionables afirmaciones a favor del trabajo infantil y contra la obligatoriedad de la educación básica del diputado libertario Benegas Lynch, dijo: “El otro día proponía ese de doble apellido… «Niños que trabajen». Porque en realidad la Argentina que ellos añoran es la Argentina del Centenario». Nadie mejor que Cristina Kirchner podría hacer el papel de Rigoletto, en versión criolla, con letra y música del Tango «Cambalache».

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