Por Claudio Valdez.-

“Sin novedad en el frente” es el título con el cual un joven soldado publicó su novela testimonial (1929) acerca de la hecatombe de la Primera Guerra Mundial. Bajo el seudónimo Erich María Remarque inicia su relato con una introducción: “Este libro no pretende ser una acusación ni una confesión. Solo intenta informar sobre una generación destruida por la guerra. Totalmente destruida, aunque se salvase de las granadas”.

Es la voz de las vivencias de aquellos personajes, de los individuos, sometidos y a la vez causantes de la sinrazón del sufrimiento y privaciones; hasta de la vida misma.

Hace muchos años, un coronel (Retirado) del Ejército supo decir: “La economía es como la guerra… donde los muertos son los pesos”. Descriptiva metáfora para las actividades productivas, comerciales y financieras de la Argentina de las últimas décadas.

En tiempos y zonas de paz, una corrupción semejante es ocasionada por “la contracultura y el desorden” tanto en lo institucional como en lo personal. Las pérdidas económicas, las quiebras privadas y los déficits públicos son consecuencia de la inutilidad de improductivos proyectos y de la absurda demagogia. Así “generaciones fueron destruidas” por incapacidad, oportunismo e insensibilidad de las dirigencias. “Totalmente destruidas”, aunque creyeran haberse salvado de “lo peor”. Lo peor ya les sucedió en la interioridad individual y su ánimo. Voluntades casi sin posibilidad de recuperar la cordura. ¡Voluntades extenuadas!

Entonces; ¿qué inversiones pueden gestionar nuestros funcionarios en el mundo externo estando la población del país sometida a “luchas” de sindicalistas y activistas acostumbrados a extorsionar con paros, huelgas, piquetes, puebladas y asedios callejeros? Previsible curso de acción es aumentada demagogia e incrementado déficit público. De momento, tranquilidad y quietud en las variables económicas pero sin poder evitar el riesgo de próximos abatimientos.

El desenlace de la novela cuenta que el último de los “siete veteranos” del relato “cayó en octubre de 1918, un día tan tranquilo, tan quieto en todos los sectores, que el comunicado oficial se limitó a la frase: Sin novedad en el frente”.

Ya se trate de muerte o de demagogia y déficit: ¿Sin novedad?

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