Por Paul Battistón.-

Ocupó el sillón grande (son esos detalles que hacen a la importancia de la cosa), fue el dueño de las llamadas, se especula que también el de la inicial y sin consulta previa con una de las partes. Fue el que puso en funcionamiento el pequeño concierto de ideas y perdones (eran necesarios antes que una concertación). Concertación de todos modos negada por ambos lados y reducida sólo a acercamiento con intención de que las heridas inevitables a los entornos fueran mínimas; pero aun cuando pudiéramos afirmar que así ha sido la realidad, las heridas abiertas por los filos invisibles fueron profundas, casi visibles en Morales y siempre existentes en Guga Lousteau.

Qué mejor lugar que el viejo espacio de las milanesas de Awada que “ventajita” degustó. Ya no milanesas, sólo se bebieron palabras y el León llamado al encuentro, manso también, llamó; Guillermo Francos fue su reclamado, su traductor de furia a política.

Lilita, conforme con el cumplimiento de su predicción de Macri, al fin se fue con quien quería. Pero no se fue, hizo venir.

El presidente Pinedo, reafirmando JxC, bajándole el nivel de rotura a sólo decisión personal de Macri.

Morales aspirando a poner cara de dueño de JxC, titulando una salida Macri-Bullrich.

El vértigo del remolino desatado la convertirá con un poco más de perspectiva en una reunión en lo de Vieytes sin jabón, ni milanesas, aunque ventaja hubo. Dicen que fue el objetivo de Macri, aventajar a “ventajita”.

Patricia también aventajó con su asistencia, en su blanqueo formato cadena nacional se llevó a sus votantes al hombro (aunque algunos se le caigan). Después de todo fue la ganadora de la interna y se está llevando sus votos, no los de Larreta (o por lo menos lo que casi los números indican literalmente).

La libertad de conciencia que los cambiemitas de leve izquierda proponen pueden quedar dibujadas en las sumas y diferencias que Milei o Massa puedan sumar o restar en sus caudales pero en caso de tomar una decisión unívoca al proponer una opción entonces habrán cargado con el riesgo de una demostración de derrota al quedar dibujados en valores menores de movimiento de electorado o peor aún si decidieran militar un voto en blanco.

Patricia puso un nivel superior de preocupación al cual verbalmente acorraló con una máxima sanmartiniana; para el resto autopercibidos como ofendidos no pasa de una anécdota para TikTok. Quizás un verdadero error de apreciación, de esa forma nunca van a comprender de cuánto es capaz Patricia.

Share