Por Jorge Augusto Cardoso.-

“En nuestro país hay una sola política exterior: la que define el Presidente”; así se expresó el nombrado nuevo Canciller, y me pregunto: ¿Debe ser así? ¿El Congreso no tiene nada que ver, no debe participar en el delineamiento de tan significativa política, cual es la de vincular a la Argentina con el mundo? ¿Todo un cuerpo diplomático de carrera, con competencias específicas, debe quedar afuera de las decisiones para subordinarse ciegamente al ejecutivo de turno? Aunque éste tenga la mejor de las intenciones, pienso que la política exterior es demasiado compleja como para que sólo sea definida por una persona. En mi opinión, se debería tener en cuenta a las instituciones nombradas y, en búsqueda de mayores insumos para la toma de decisiones, también debería darse lugar a la participación de los notables de variadas disciplinas.

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