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"Juzgo imposible describir las cosas contemporáneas sin ofender a muchos". Maquiavelo

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Opinión

Milei y el discurso que exalta la muerte (1)

Por Hernán Andrés Kruse.-

El presidente de la nación participó recientemente en un evento con referentes de empresas tecnológicas (Techo forum Argentina) que tuvo lugar en Puerto Madero. En un momento de su disertación recordó a quien fuera ministro de Salud durante la presidencia de Alberto Fernández, el médico sanitarista Ginés González García: “Un ser siniestro, impresentable y repugnante. Cómplice de la cuarentena cavernícola más grande de la historia y responsable, junto a Alberto Fernández, de 100.000 muertes de argentinos”. “Este era un hijo de re mil putas y será recordado como un hijo de puta” (Fuente: Ámbito, 19/10/024). Nadie niega la responsabilidad de González García durante la pandemia del covid-19. Fueron momentos dramáticos que jamás olvidaremos. El problema es que el presidente de la nación insultó a González García con regocijo. Celebró su muerte, como seguramente lo hicieron millones de argentinos.

El 22 de octubre Perfil publicó un artículo de Eduardo Fidanza titulado “El fascismo y la muerte”. Es harto evidente que los insultos presidenciales mencionados lo motivaron para escribirlo. ¿Qué dijo el reconocido sociólogo? “El discurso político que exalta la muerte es tan antiguo como el mundo. Pero los fascismos del siglo XX lo llevaron a su cénit, porque lo utilizaron junto a vastos recursos técnicos, organizacionales y militares como no se había visto en épocas anteriores. La idea de la supremacía de la verdad, identificada con el bien absoluto, y la destrucción del mal como única y purificadora alternativa, está en la base de esta ideología, que puso su maquinaria al servicio de la aniquilación. Marchas de antorchas, consignas agresivas y amenazadoras, quema de libros, violencia verbal y física escenificaron este proyecto macabro. El enemigo merece la muerte: esa es la esencia del discurso fascista (…).

La necrofilia fascista significa la muerte de las palabras que evocan la fraternidad. Cuando «acuerdo”, “justicia social”, “igualdad” son estigmatizadas y reemplazadas por “motosierra”, “rata”, “degenerado”, “ataúd”, vivas insultantes y muertes merecidas, se crean las condiciones propicias. Usamos las comillas para resaltar que el fascismo antes de matar personas -material o simbólicamente-, destruye las palabras que podrían impedirlo. Si el líder es un rey que se contornea belicoso, bailando una letra que dice “te destrozaré”, no hay mucho más para agregar. Nos destrozará. La intención es esa: destruir todo lo que se oponga a su verdad. Cabe preguntar qué tiene que ver esto con “el irrestricto respeto al proyecto del otro” del sr. Benegas Lynch, su mentor. El progresismo que asumimos, por más maltrecho que esté, supo responder a este tipo de agresiones recordando un episodio histórico que retrata cabalmente al fascismo. Lo haremos una vez más”.

Dicho episodio histórico tuvo lugar en la Universidad de Salamanca el 12 de octubre de 1936 (día de la raza). Hace tres meses España estaba en manos del dictador Francisco Franco. Se respiraba un clima marcadamente nacionalista y anticomunista. La universidad era custodiada por un buen número de guardias armados. Quienes hicieron uso de la palabra-varios (docentes y un militar ultracatólico, el general Millán Astray) se arrodillaron ante el franquismo. Cuando le llegó el turno a Miguel de Unamuno, rector de la universidad, quedaron en evidencia su valentía y honestidad intelectual. Dino con firmeza: ““Se ha hablado aquí de guerra internacional en defensa de la civilización cristiana; yo mismo lo he hecho otras veces. Pero no, la nuestra es solo una guerra incivil. Nací arrullado por una guerra civil y sé lo que digo. Vencer no es convencer y hay que convencer, sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja lugar para la compasión; el odio a la inteligencia, que es crítica y diferenciadora, inquisitiva, más no de inquisición”. Ante el asombro de los concurrentes, el general Millán Astray montó en cólera: “¡viva la muerte”; “mueran los intelectuales”! Unamuno fue echado de la universidad y falleció al poco tiempo.

En esa oportunidad la barbarie cantó victoria. Décadas más tarde, en nuestro país, pareciera que la barbarie está triunfando nuevamente. Como con toda lucidez señala Fidanza: “En la Argentina, luego de años de incivilidad, empeoramiento de la educación y embrutecimiento social, se ha erigido un liderazgo insensible al sufrimiento y excitado con la muerte, que alimenta un discurso de odio enloquecedor. Cabe plantear si estos son los supuestos de un país en el que se pueda vivir en paz y progresar o se trata de extravíos que anticipan una nueva y enorme frustración. Acaso puedan preguntárselo otros integrantes de la élite del poder-empresarios, políticos, periodistas-, que hoy lo aplauden, o negocian con él o le dan espacios para difundir barbaridades. Tal vez no sea ahora o nunca, sino ahora y bien. Y en nombre de la vida, no de la muerte”.

El discurso que exalta la muerte es propio de los regímenes autoritarios o directamente totalitarios. Algunos de los ejemplos más elocuentes lo constituyeron el fascismo, el franquismo y el nacionalsocialismo. Buceando en Google me encontré con un ensayo de Pablo Baisotti (Universidad Sun Yat-sen (China) titulado “El culto a la muerte como principal sustento de las religiones políticas” (Revista Estudios (editada por la Universidad de Costa Rica)-2017). Saque el lector sus propias conclusiones.

FASCISMO

“El fascismo fue el primer movimiento político del siglo XX que llevó el pensamiento “mítico” al poder, consagrándolo como una expresión política de las masas, institucionalizándolo en las creencias, en los ritos y en los símbolos de una religión política. El filósofo del fascismo Giovanni Gentile había constatado en 1920 que: “El Estado puede secuestrar para sí el divino sólo si el pensamiento puede desnudarse, al menos en parte […] de su función religiosa”. Secretarios del partido fascista, como Roberto Farinacci, Augusto Turati, Giovanni Giurati y Achille Starace, elaboraron elementos cúlticos y rituales de la fe fascista. El líctor romano comenzó a ser el elemento más distintivo del movimiento apareciendo profusamente en espacios públicos. Mussolini mismo declaró en 1922 que el fascismo era una “creencia que había alcanzado el nivel de religión”. Al año siguiente, en la introducción a una colección de discursos de Mussolini, se puede leer: “el fascismo parece ser un fenómeno religioso” y que en las reuniones de masas convocadas para escuchar sus discursos eran “un acto tanto de fe como de sabia decisión gubernamental”.

En 1924 Giovanni Gentile, en contraposición abierta a Sturzo y las tendencias católicas, afirmó en un artículo llamado Che cosa è il fascismo? que el Estado era la gran voluntad de la Nación y por ello la gran inteligencia. Nada ignoraba ni le era extraño. Concluyó afirmando que el puño del fascista se encontraba para provocar un vasto incendio espiritual en Italia, que combatía por su redención. Para ello deberían reinstaurarse sus fuerzas morales, debiendo considerar la vida en modo religioso, servir al ideal, trabajar, vivir y morir por la Patria. En 1928, el escritor fascista Paolo Orano escribió que “el Mussolinismo es una religión”, porque la fe en el duce era una fase preparatoria en la religiosidad italiana, en la que el patriotismo debía intensificarse hasta el punto del misticismo; y la santidad, el martirio y la fe eran fuerzas poderosas para construir la conciencia cívica. La definición de los contornos de la “religión fascista” fueron dados por Augusto Turati, secretario entre 1926 y 1930. Señaló que había que creer en los nuevos apóstoles de la religión de la patria, creer en el fascismo, en el Duce, en la Revolución, al igual que uno cree en Dios.

En 1932 el órgano de la juventud fascista proclamó que un buen fascista era religioso, y que el fascismo poseía misticismo porque tenía sus propios mártires. Para una figura eminente del régimen como Giuseppe Bottai, el fascismo era “algo más que una doctrina. Es una religión civil y política […]”. Se agrega que en el escrito de Mussolini de 1933, Doctrina Fascista, se destacó que el fascismo era una concepción religiosa en donde el hombre era visto en relación de inmanencia, con una ley superior que lo elevaba a miembro de una sociedad espiritual. Era el hombre, afirmó Voegelin, quien estaba ligado a una “voluntad objetiva” y que a través de esta ligazón adquiría personalidad en un reino espiritual, en el reino de su pueblo. El fascismo había establecido una neta distinción entre “el clericalismo político y la religión pura”. Así lo expresó el sacerdote Luigi Sturzo en su carta al periódico español Matín el 10 de agosto de 1925. Las prácticas paganas y estatolátricas –señaló Sturzo– deificaban a la Nación. En otro artículo mencionó que el gobierno en acto era fuerza, moral, libertad, y de ello derivaba el panteísmo estatal moderno.

Durante la década de 1930, señaló el historiador italiano Renato Moro, los procesos de nacionalización de la fe católica fueron palpables. Por ejemplo, comenzaron a aparecer estatuas de Mussolini en frescos, cerca del Cristo crucificado (Moro, 2005). El fascismo italiano, a la vigilia de cada aniversario, daba disposiciones para su celebración dividiendo los tiempos del rito y de la fiesta para destacar el carácter profano y el carácter sacro. En la conmemoración de los diez años en el poder del fascismo (1932) se realizó la exhibición de la Revolución Fascista. Una de sus principales secciones fue dedicada a los “héroes” del movimiento. Se diseñó una capilla para los mártires que evocaba la gloria de los caídos y de la Nación. La exposición desplegaba prendas manchadas con la sangre y otras reliquias fascistas, todo enmarcado en un entorno caracterizado por el culto del sacrificio y de la muerte. No obstante, en la mencionada sección se desplegó una cruz católica con la inscripción “Per la patria” (Por la Patria). Los mártires fascistas actuaron como los guardianes espirituales de la Nación y del movimiento, siendo conmemorados en santuarios, altares y exposiciones mediante específicos rituales y ceremonias, que incluso sirvieron para mejorar su estatus mítico.

El periódico italiano l’Osservatore Romano –órgano de propaganda del Vaticano– reprodujo un artículo del periódico del régimen, Milizia Fascista, en donde se podía leer: “Recuerda amar a Dios, pero no olvides que el Dios de Italia es el Duce”. Mussolini sostuvo en 1932 que el Estado fascista no había creado su propio Dios, como había hecho Robespierre, pero había reconocido “el Dios de ascetas, santos y héroes, y también el Dios que es visto y adorado por el corazón primitivo y genuino de las personas”. Que era en definitiva “un concepto religioso de vida”. Por ello – apuntó Emilio Gentile– lo que unía a los fascistas no era una doctrina, sino una actitud, una experiencia de fe concretizada con el mito de una nueva “religión de la nación”. Además, los elementos iniciales para la formación de una “religión fascista” ya estaban presentes en la primera fase del movimiento identificada con los mitos de la guerra y la participación en ella.

Los fascistas se consideraron profetas, apóstoles y soldados de esa nueva “religión patriótica”, que había surgido en la violencia purificadora de la guerra, y que se había consagrado con la sangre de los héroes y mártires. La primera definición que la enciclopedia italiana dio sobre el fascismo fue en 1932 y fue atribuida a Giovanni Gentile. En la enumeración de las características del régimen que realizó, resaltan los números 5 y 13. Escribió que el fascismo era una concepción religiosa y que además de un dador de leyes, fundador de instituciones y educador, era un promotor de vida espiritual. Mussolini continuó negando el intento por desplazar a la religión tradicional. El 2 de diciembre de 1934 escribió que nunca le pasó la idea de fundar una nueva religión para arruinar a las viejas divinidades y para sustituirlas con otras que se llaman sangre, raza, nordismo”.

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Hernán Andrés Kruse

Doctor en Ciencia Política Rosario, Argentina @HernanKruse

6 comentarios en «Milei y el discurso que exalta la muerte (1)»

  • LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES

    Sale Mondino y entra Werthein a la Cancillería, para subrayar el alineamiento con el imperialismo y el sionismo

    Iván Hirsch
    Nazareno Suozzi
    Prensa Obrera
    31/10/024

    Gerardo Werthein, hasta ahora embajador argentino en los Estados Unidos, estará al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores en reemplazo de la despedida Diana Mondino. Se trata de uno de los hombres de negocios más ricos del país, de aceitados vínculos con empresarios y funcionarios norteamericanos e israelíes, por lo que su designación busca ser una señal inequívoca de alineamiento con el imperialismo yanqui y el sionismo.
    Mondino fue cesanteada por Milei tras una votación del embajador argentino en la Asamblea General de la ONU, en la que votó en contra del embargo estadounidense a Cuba… como casi todos los presentes salvo los representantes de Estados Unidos e Israel. Podríamos decir, la rajaron por asumir el precepto “libertario” del libre comercio, el cual parece que no aplica para la isla del Caribe. Los roces con la dueña del Banco Roela, sin embargo, venían de antes y su salida estaba sellada. Ya la habían bajado a último momento de giras internacionales como la cumbre del G7, le habían recortado funciones a la Cancillería y eyectado funcionarios.
    El nuevo canciller es quien organizó a Milei sus giras a Estados Unidos, con agenda en Wall Street y reuniones con los altos funcionarios de Joe Biden para América Latina. Incluso antes de la asunción presidencial, Werthein habría pagado 250.000 dólares por la utilización del jet privado en el que Milei viajó a Nueva York para comer con el expresidente estadounidense y criminal de guerra Bill Clinton, y visitar la tumba del “Rebe de Lubavitch”, rama ultraortodoxa del sionismo en la que recalan magnates de la talla de los Rockefeller… y los Elztain en Argentina. La compra del avión había sido investigada por Ariel Lijo en 2022 por sobreprecios.
    Junto a Eurnekian y Paolo Rocca, Werthein fue uno de los grandes sponsors privados de la campaña electoral de La Libertad Avanza. Es accionista del diario El Cronista y del multimedio uruguayo El Observador, y su familia es dueña del Banco Patagonia y de más de 100.000 hectáreas en la Argentina. El Grupo Werthein, abandonado por el ministro hace unos años, es uno de los holdings más grandes del país con empresas vinculadas a la agroindustria, la televisión, la energía, el mercado inmobiliario, los seguros, la tecnología, los alimentos, las bebidas, la salud. Varias de estas compañías operan también en Estados Unidos y Reino Unido.
    Werthein hizo negocios con todos los gobiernos. Por eso las redes sociales se inundaron con recuerdos de fotos junto a Néstor y Cristina Kirchner. Muchos de sus convenios espurios siguen hasta hoy. Por ejemplo, mientras aplican la motosierra contra los trabajadores de Yacimientos Carboníferos Río Turbio, la empresa estatal paga sobreprecios a la aseguradora Experta ART, que pertenece a la familia Werthein. Ahora, sacará su tajada como político capitalista gracias a profundizar las relaciones coloniales de Argentina con Estados Unidos.
    Como sea, este alineamiento explícito con el imperialismo tiene sus problemas, como sufrió en carne propia Mondino. Claramente no había diferencias ideológicas por parte de la ministra que llamó Falkland a las Islas Malvinas y que no cuestionó el desembarco del canciller británico David Cameron como si fueran un dominio de la corona. En realidad su paso por Relaciones Exteriores experimentó la inconsistencia de la dureza discursiva de Milei con el pragmatismo a la hora de los business, fundamentalmente con China.
    Es que por más que despotriquen contra la “dictadura comunista” del gigante asiático, la burguesía argentina y varias multinacionales viven de lo que exportan a ese destino, empezando por la soja y el litio. Recordemos que, a poco de asumir, cuando Milei se hizo eco de las alertas yanquis sobre la presencia china en territorio nacional, Mondino tuvo que salir a aclarar que la base china de Neuquén no tiene fines militares. Tanto es así que el propio mandatario reemplazó sus insultos por el “asombro” para con China, a cuyo gobierno ahora considera un interesante socio que “solo quiere que no lo molesten”. Resulta que las molestias para Pekín son meterse con la cuestión de Taiwan, fijar barreras arancelarias, impedir la penetración en inversiones estratégicas; todo lo cual configura la agenda de Trump y tiene incidencia en América Latina. El cambio de canciller no despeja estas presiones cruzadas, pero busca disimularlas con un hombre de confianza.
    Las consecuencias del peligroso alineamiento con la Otan y las masacres del imperialismo pone a Argentina como parte del tablero internacional de enfrentamientos económicos y militares. Los trabajadores no tenemos nada que ganar con eso. Tenemos que terminar con los gobierno del sometimiento nacional.

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  • LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES

    El Gobierno de Milei presiona en la Justicia para avanzar con las auditorías

    Celeste del Bianco
    Página/12
    1 de noviembre de 2024

    La pelea del Gobierno Nacional con la Universidad de Buenos Aires (UBA) continúa, ahora la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) presentó una cautelar ante la Justicia para que la casa de altos estudios aporte «documentación referida a la utilización de los fondos públicos asignados por el Poder Ejecutivo″. El escrito fue firmado por el titular del organismo, Miguel Blanco, con el patrocinio del Procurador del Tesoro, Rodolfo Barra, (quién semanas atrás emitió un dictamen para que las universidades nacionales vuelvan a ser auditadas por la SIGEN como era hasta 2022) y quedó en manos del juez Edgardo Walter Lara Correa. Desde la institución informaron que aún no fueron notificados de la medida. Este nuevo capítulo llega días después de la denuncia de la UBA por el “intento de intervención” del Gobierno y del pedido de «acción declarativa de certeza» para que la Justicia defina si la SIGEN puede o no auditarla.
    En el escrito, la SIGEN le pide a la UBA que presente información sobre compras y contrataciones, gastos de funcionarios y rendiciones de cuentas sobre fondos transferidos por la Subsecretaría de Políticas Universitarias, entre otros datos y sostiene que el artículo 59 de la Ley de Educación Superior la habilita para el control ya que establece que las instituciones universitarias tienen “autarquía económico-financiera que ejercerán dentro del régimen de la Ley de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional”. “El artículo 59 es claro y no requiere esfuerzos interpretativos, a menos que se quiera distorsionar su sentido”, indica el texto.
    La disputa que se viene dando en las calles y en el Congreso, ahora también tienen una tercera vía, la judicial. El lunes, la UBA había denunciado el intento de “intervención” tras el anuncio de que la SIGEN comenzaría a trabajar allí el 28 de noviembre. “De ningún modo nos oponemos a las auditorías. Todo lo contrario. Queremos ser auditados todo lo que sea necesario dentro del marco de las leyes y las instituciones”, afirmó en ese momento el rector, Ricardo Gelpi y posteriormente presentó una «acción declarativa de certeza» para que la Justicia defina si la SIGEN es competente para el control. La UBA indicó que ese organismo depende directamente del Presidente y la Constitución Nacional sólo le otorga funciones de control interno del Poder Ejecutivo por lo que no tiene competencia para auditar a las casas de altos estudios, que son autónomas, sino que es una tarea que le corresponde a la Auditoría General de la Nación.
    El gobierno de Milei hizo otra interpretación de las normas, según el escrito: “tampoco puede argumentarse que la específica mención en el art. 59 bis de la Ley N° 24.521 a la competencia de la Auditoría General de la Nación, para llevar a cabo el control externo de las instituciones de educación superior, signifique que se encuentra excluido el control interno por parte de la SIGEN por su falta de una referencia expresa. Ello implicaría ignorar el art. 59 donde se establece la aplicación de la Ley N° 24.156 sin exclusión alguna. Además, el control interno a cargo de SIGEN y el externo a cargo de la AGN no se contraponen, sino que se complementan”.
    Fuentes de la UBA indicaron que aún no recibieron ninguna notificación por parte del juez Lara Correa por lo que no definieron los pasos a seguir. El martes, el titular del Juzgado Contencioso Administrativo Federal, Diego Cormick, le dio cinco días al Gobierno Nacional para que informe los motivos por los que SIGEN debe ser la encargada la auditor. “Si la Justicia le da la razón al Gobierno presentaremos todos los papeles, pero nosotros no vamos a seguir el capricho del Presidente”, indicaron desde la universidad. En el escrito, la SIGEN sostiene “no pretende auditar planes de estudio, contenido, designación de autoridades, ni afectar la libertad de cátedra, como así tampoco designar el auditor interno”.
    En consonancia con la postura de la UBA, los rectores de las universidades sostienen que es la AGN la que debe auditar, pero están dispuestos a que sea la SIGEN la que realice el control para evitar las acusaciones de Milei, que no se cansa de insultarlos públicamente y de llamarlos “corruptos” y “chorros”. Fue Barra, quién dos semanas atrás emitió un dictamen para que la SIGEN retome las auditorías, una tarea que desde 2022 había quedado a cargo exclusivamente de la AGN tras una decisión del exprocurador Carlos Zannini. “Hay una presunción de que nosotros no queremos y nosotros ni queremos ni no queremos, nos adherimos a la ley”, dijo días atrás, el presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), Victor Miriñigo, a Página 12.
    En ese marco, hoy la SIGEN empezó el proceso de auditoría en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLAM), lo que fue usado como una forma de exponer a la UBA en su negativa. Desde el Gobierno difundieron un video de la reunión de Blanco con el rector de la universidad, Daniel Martínez. También estuvieron los síndicos adjuntos Santiago Herrera y Marcelo Bailo.

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  • LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES

    Milei profundiza la contención de los gobernadores y busca deshacerse de activos que le generan gastos

    Brenda Struminger
    Infobae
    1 de Noviembre de 2024

    Javier Milei apuró el lanzamiento de un sistema para empezar a pagarles deudas de la Nación a las provincias “en especias”. Un plan que aún estaba en ciernes y se aceleró como parte de la estrategia de contención de los gobernadores frente a las batallas que se vienen en el Congreso. Después de sus reuniones políticas con los jefes provinciales, el Presidente activó un mecanismo para responder las exigencias de los distritos sin gastar fondos del Tesoro Nacional. Sin embargo, en las provincias aún no se expidieron. Quieren ver los detalles, y advierten que los plazos que fijó el Gobierno para que puedan adherir son excesivamente acotados.
    El Régimen de Reparación Federal que anunció ayer por la tarde el Gobierno, sin previo aviso, se viene discutiendo desde hace semanas -y, en algunos casos, meses-, con las provincias y la Ciudad de Buenos Aires. Los alfiles de Milei lo pusieron sobre la mesa cuando aún no tenía un nombre firme, durante charlas informales de funcionarios con rango de secretarios de la Jefatura de Gabinete y Economía con algunos gobernadores.
    Detrás del diseño de la medida, como en todas las iniciativas de peso de Milei, estuvo el asesor del Presidente, Santiago Caputo, que monitoreó desde las sombras el desarrollo del plan. En la práctica, lo ejecutaron entre el ala política que lidera Guillermo Francos (con Lisandro Catalán en las negociaciones y el vicejefe de Gabinete, “Cochi” Rolandi, en el armado técnica del decreto); y los titulares de Hacienda y Finanzas, Carlos Guberman y Pablo Quirno, encargados de trabajar los aspectos presupuestarios y financieros.
    En el diseño del proyecto intervino, también, la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABBE), que lidera el economista Nicolás Pakgojz, el encargado de administrar los edificios, oficinas, predios y terrenos del Estado nacional, que tiene la potestad de venderlos o concesionarlos.
    A partir de esas conversaciones incipientes, algunos distritos que fueron notificados extraoficialmente quedaron en analizar el tema y dar una respuesta, como Santa Fe, donde gobierna el radical Maximiliano Pullaro. Otros, como la Ciudad, de Jorge Macri (PRO), se mostraron más proclives a aceptar, aunque aún evalúan si les convendría aceptar el pago de la coparticipación con terrenos fiscales.
    Ayer, un ministro del alcalde porteño aseguró que distintos funcionarios nacionales les habían planteado el tema prácticamente desde el inicio del año: “A nosotros nos vendría bien, a ellos también”, dijo horas antes de que se conociera que el Presidente avanzaría a toda velocidad con un decreto para poner en marcha el régimen.
    Cada provincia tendrá 30 días hábiles para adherirse, y luego otros 30 para presentar la documentación requerida para iniciar las negociaciones, y en los distritos guardan reserva sobre la viabilidad de esos tiempos para ordenar los papeles y ponerse de acuerdo internamente sobre la conveniencia de aceptar la metodología de pagos que propone el Gobierno. Por lo pronto, los libertarios advirtieron que no están obligados, pero pidieron colaboración y “creatividad” para encontrar una solución al tema de las deudas sin dañar el déficit fiscal.
    En la conferencia de prensa donde anunció la medida, ayer por la tarde, Catalán dijo que el régimen busca “facilitar el saneamiento de las cuentas provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Pero, más allá del intento de contener a los gobernadores de cara a la etapa final del debate legislativo por el Presupuesto, también hubo un cálculo económico a favor del Gobierno. “Las cosas que les vamos a transferir son cosas que también nos queremos sacar de encima. Cada uno va a tener su beneficio”, deslizó un alto funcionario nacional.
    En Balcarce 50, donde reina el pensamiento economicista, tradujeron la iniciativa en términos del ámbito financiero o bancario: “Es como un clearing, o un settlement”, sostuvo un asesor presidencial. La primera refiere al proceso de compensación y liquidación de operaciones, donde se asegura que las transacciones se realicen correctamente y que ambas partes cumplan con sus obligaciones. Mientas que las instituciones de clearing actúan como intermediarios, minimizando el riesgo de incumplimiento al garantizar que los pagos y activos se entreguen de manera segura y puntual entre.
    “En otras palabras, les vamos a pagar con especias”, dijeron sobre la entrega como parte de pago de inmuebles, rutas, o empresas nacionales. “En lugar de que venga la plata al Tesoro, les damos directamente las propiedades o las empresas o los terrenos. Y nosotros logramos deshacernos de pasivos que generan gastos innecesarios para todos los argentinos”, agregaron.
    Con esta fórmula, la Nación cree podría apuntar a dejar de emitir deuda pública, entregando activos que no le generan flujos o incluso crean gastos de mantenimiento. En el caso de la Ciudad, por ejemplo, pagarle impuestos por esos activos en buena parte inutilizados a las arcas porteñas.
    Más allá del grado de adhesión que vayan a obtener de parte de los distritos, con el régimen anunciado ayer en el Gobierno proyectan una estrategia política. A partir de ahora, cada vez que los gobernadores le reclamen a la Nación por las deudas, sea de las cajas jubilatorias, de la coparticipación o en otros conceptos, el Ejecutivo tendrá la posibilidad de responderles que Milei ya planteó una salida al problema. “El que no quiera adherir estará en su derecho, y se atendrá a las consecuencias”, advirtieron cerca del primer mandatario. En un primer sondeo, las voluntades en el interior eran un misterio y la mayoría se atajaba: primero quieren ver la letra chica.

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  • LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES

    El financiamiento universitario y la ley de DNU despertaron impensadas tensiones entre los libertarios y el PRO

    Federico Millenaar
    Infobae
    1 de Noviembre de 2024

    A pocas semanas de que termine el año legislativo y en medio de las negociaciones por el proyecto de Presupuesto 2025, dos temas reavivaron las tensiones entre La Libertad Avanza y el PRO en la Cámara de Diputados.
    Un día después de que Mauricio Macri visitara a los diputados del bloque amarillo para ratificar su buena sintonía con el oficialismo y fijar la línea de respetar a rajatabla el equilibrio fiscal durante el debate del Presupuesto, una conferencia de prensa fallida dejó en evidencia un cortocircuito político que los libertarios rápidamente quisieron ocultar.
    En las primeras horas de la tarde del miércoles, desde la Presidencia de la Cámara convocaron a una conferencia de prensa con la promesa de que habría un anuncio importante. A esa misma hora se desarrollaba en el Anexo un plenario de comisiones donde sectores de la oposición planeaban avanzar con un proyecto para limitar los decretos de necesidad y urgencia que puede firmar el Presidente. Esta iniciativa es resistida por los libertarios y desde Casa Rosada ya anunciaron que si avanza será vetada.
    “Qué mala suerte”, contestaron con ironía cerca de Martín Menem al ser advertidos de que ambas actividades se pisaban, sin ocultar que el oficialismo pensaba opacar lo que ocurriría en la comisión con su anuncio.
    Sin embargo, pocos minutos antes de la hora señalada, la conferencia de prensa fue suspendida sin ninguna explicación oficial, aunque en off the record atribuyeron el cambio de agenda a la traumática salida del gobierno de la ex Canciller Diana Mondino.
    Ante la consulta de Infobae, desde el PRO dieron otra versión de lo ocurrido y reconocieron que la decisión de suspender el anuncio estuvo influida por el malestar que le hicieron saber a Martín Menem por no haberlos participado del anuncio, que según trascendió desde Casa Rosada iba a estar relacionado con una oferta a la oposición de mejorar el financiamiento para las universidades a partir del recorte de fondos para los partidos políticos y de giros a las provincias.
    “Se suponía que todas las cosas relacionadas con el Congreso las iban a hablar con nosotros antes, pero este no era el caso. Además, esta semana ni siquiera nos llamaron a reunión de coordinación parlamentaria”, explicaron desde la bancada que conduce Cristian Ritondo. El anuncio también metía ruido en una negociación paralela que referentes del PRO como Alejandro Finocchiaro estaban entablando con los rectores.
    Fue a la luz de este cortocircuito que algunos leyeron la ausencia de la mayoría de los diputados del PRO en el plenario de comisiones que transcurría en frente y la negativa a firmar el dictamen de rechazo de los libertarios como una represalia. Pero desde el PRO aclararon rápidamente que ambos asuntos no estaban relacionados.
    En ese plenario, finalmente Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre lograron avanzar con un proyecto que pone un límite de 90 días para que ambas Cámaras del Congreso ratifiquen los DNU que firma el Presidente. Cumplido el plazo, pierden validez. Lo mismo ocurriría con el rechazo de tan solo una de la Cámaras.
    Dado que estos tres bloques más el Frente de Izquierda suman 132 voluntades, dejaron en claro que planean llevar el proyecto al recinto antes de que termine el año legislativo.
    Según pudo saber Infobae, el bloque PRO todavía no unificó una postura ya que cambiar la ley de DNU es un reclamo histórico de su espacio y hasta tienen presentados proyectos propios con estado parlamentario. No obstante, consideran que “ahora no es el momento” de avanzar con la reforma.
    “Preferimos no tener dictamen porque habían metido proyectos nuestros en la discusión, si firmábamos el dictamen de rechazo (de los libertarios) íbamos a ponernos en contradicción, por eso preferimos expresarnos en el recinto”, resumió un diputado bonaerense.
    Si bien el PRO no les aseguró hasta el momento que jugarían en tándem (ese número sería clave para sostener un eventual veto), los libertarios minimizan el riesgo de que el proyecto se apruebe o si quiera llegue al recinto. “Estamos a tres de frenarlos”, explicaron y remarcaron que falta poco para el debate del Presupuesto, principal interés de los gobernadores.

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  • Milei no es fascista, es un liberal extremista -un anarquista- con malos modales, eso es todo. Los liberales más educados sienten espanto al mirarse en ese espejo que refleja la grosería e incultura de quien los representa . Por eso para éllos es fascista; lo mismo que para los zurdos, por distintas razones. La misma incomprensión del fenómeno citan.

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  • FE DE ERRATAS

    Dicho episodio histórico tuvo lugar en la Universidad de Salamanca el 12 de octubre de 1936 (día de la raza). Hace tres meses España estaba en manos del dictador Francisco Franco. Se respiraba un clima marcadamente nacionalista y anticomunista. La universidad era custodiada por un buen número de guardias armados. Quienes hicieron uso de la palabra (VARIOS DOCENTES Y UN MILITAR ULTRACATÓLICO, EL GENERAL MILLÁN ASTRAY) se arrodillaron ante el franquismo. Cuando le llegó el turno a Miguel de Unamuno, rector de la universidad, quedaron en evidencia su valentía y honestidad intelectual. DIJO con firmeza: “Se ha hablado aquí de guerra internacional en defensa de la civilización cristiana; yo mismo lo he hecho otras veces…

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