Por Carlos Tórtora.-

Página 12 difundió una noticia que podría revolucionar la investigación del atentado a Cristina Kirchner. Jonathan Morel, fundador de Revolución Federal, el grupo que usa horcas y antorchas, reconoció haber recibido 1.760.000 pesos del Grupo Caputo. Esta información coincidió con que la AFI dejó trascender la relación de Revolución Federal con el atentado a la vicepresidenta.

Hasta el momento ninguno de los hermanos Caputo -Nicolás y Luis- desmintieron el financiamiento a Revolución Federal.

En círculos de La Cámpora, se comentaba ayer que esta supuesta “conexión Macri” del atentado le abría al kirchnerismo las puertas para iniciar una fuerte ofensiva contra JxC acusándola -y en particular a Macri- de financiar e instigar a grupos terroristas.

Sugestivamente, horas después de que se difundiera el financiamiento de Caputo a Revolución Federal, Oscar Parrilli no descartó la posibilidad de un diálogo entre Cristina y Macri, lo que podría indicar que estaría funcionando un puente entre los dos bandos debido tal vez a la existencia de una situación de crisis mayor.

A todo esto, es una incógnita qué dirección en definitiva va a imprimirle a la investigación la jueza María Eugenia Capuchetti. Ésta podría concentrarse sólo en los grupos directamente vinculados al atentado o bien a partir de los mismos escalar hacia supuestas vinculaciones de alto nivel político, desatando una tormenta que afectaría a la política nacional.

Hacia dónde va Capuchetti

En este punto la iniciativa la tienen la jueza y en segundo lugar el kirchnerismo. En caso de acusar éste al macrismo de financiar el atentado, provocaría una mayor polarización entre CFK y Macri, que probablemente alimentaria las chances de que ambos cimienten sus respectivas candidaturas presidenciales. Algo que la vicepresidenta acaba de relativizar. Parece obvio que un ataque del gobierno a Macri por el atentado provocaría la inmediata solidaridad de todo el espectro macrista con aquél.

Hasta el momento, Capuchetti se ha mostrado sumamente prudente en lo que hace a investigar relaciones políticas, por ejemplo los vínculos de la vecina de Cristina, Ximena Tezanos Pinto, con el grupo Revolución Federal y varias figuras de Juntos por el Cambio.

Ahora, la investigación del atentado parece haber llegado a un punto de inflexión con dos alternativas a la vista. La primera es que la causa judicial se limite al grupo de autores directos de la tentativa de magnicidio y la otra es que el tema se expanda hacia las esferas de la política y pase a ser uno de los ejes principales de la lucha electoral.

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