Por Guillermo Cherashny.-

La aliada de Cambiemos se olvidó de los Panama Papers y de Angelici y ahora hace una defensa cerrada de todas las cosas buenas y malas del gobierno de Macri. En efecto, en una reunión de dirigentes de Cambiemos con lideres partidarios y presidentes de bloques legislativos, expresó su temor de que el gobierno de Mauricio Macri termine con el de Fernando de la Rúa. Pero el presidente la paró firme y le dijo: «yo no soy De la Rúa», y le recriminó que hiciera esa comparación.

Los que asistieron a la reunión señalaron que Macri quedó muy molesto con la diputada y así se lo hicieron saber varios ministros del gobierno, entre ellos Patricia Bullrich, que aprovechó para que la chaqueña la defendiera en el programa de Mirtha Legrand el sábado pasado, donde justificó que la política estuviera ausente de la citación a la ex presidente diciendo que Cristina busca muertos para voltear al gobierno de Macri.

Si esto fuera cierto, demostraría que el gobierno tiene una debilidad extrema, ya que no puede poner orden en las calles y deja actuar a unas milicias muy parecidas a las de los nazis y los fascistas que en el año 1923 querían instalar el caos en esos países donde sus autoridades salían de una guerra mundial y estaban muy débiles.

Es cierto que el cristinismo quiere producir un caos, pero de ahí a suponer que quiere muertos por una eventual represión es un argumento muy pobre para exponer tratando de defender a un gobierno. Es más: demuestra más aún su debilidad y el miedo escénico que le tienen a la ex presidente y sus militantes juveniles y algunos barones del conurbano que mueven unos cuantos miles de gente de barrios pobres donde Cambiemos quiere influir pero no lo puede lograr; es más, cada vez le va peor y sólo tiene un fuerte apoyo en la clase media.

Carrió, en el verano le dijo a Vidal que el ministro de seguridad Cristian Ritondo cobraba «sobres» y hace 15 días tuvo que pedir perdón y, como ahora se olvidó de Daniel Angelici, se está esperando que le pida perdón a él también.

Lo real es que Carrió quiere ser la primera candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires y ataca a Massa y a Stolbizer, que hoy por hoy están arriba del 30% en la provincia, y ayer domingo Carrió tuiteó contra el proyecto de Massa, que está ayudando al gobierno a superar una votación negativa contra los despidos, que sería muy grave para el gobierno. Pero está claro que en el oficialismo no pueden sujetarla y, lejos de hacerle un favor, los complica seriamente.

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