Por Carlos Tórtora.-

Javier Milei dijo que la decisión de aceptar el Ministerio de Seguridad es de Patricia Bullrich y es así que se calcula que en las próximas horas ésta dará el sí definitivo. Todo esto en medio de versiones sobre sus cortocircuitos con Mauricio Macri y de las exigencias de varios dirigentes del PRO de que renuncie a la presidencia del partido si va a ser ministra.

La designación de Bullrich cristaliza la crisis entre Milei y Victoria Villarruel, quien iba a tener la última palabra en materia de Seguridad y Defensa. La fisura entre el presidente y su vice tiene nombre y apellido: Karina Milei, que viene enfrentándose con Villarruel desde varios meses atrás. Ahora, si Bullrich se hace cargo, asumiría un rol mediático central que excluiría cualquier otra participación en el tema.

La última instancia

La cuestión que está por dilucidarse es si Milei ya decidió que Villarruel se recluya en el Senado o bien existe un espacio de negociación: el Ministerio de Defensa. Se trata de la última cartera a definir y era una de las dos áreas donde iba a regir la vice. La danza de nombres en este caso no aporta nada definitivo. Del lado de Bullrich salió la propuesta de Luis Petri y entre los allegados a Villarruel sonó el nombre de Vicente Massot. Si designa a un ministro ajeno a su vice, Milei estaría profundizando su distanciamiento. En caso contrario, la relación quedaría emparchada pero funcionando. Desde los inicios de la campaña electoral, Milei planteó que Villarruel iba a tener un rol destacado en la gestión de gobierno, pero los últimos episodios parecen destinarla a funcionar sólo dentro de los límites del Senado. Con un Congreso que le es adverso en ambas cámaras, Milei necesita que Villarruel teja eficientemente las alianzas con los senadores del PRO y de los bloques provinciales.

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