Por Guillermo Cherashny.-

La designación de Sergio Massa como superministro de economía todavía no produjo el relanzamiento del gobierno y aún no terminó de anunciar un plan económico pero políticamente causó un cisma en la principal fuerza opositora por una situación que señalamos en varias oportunidades y es la obsesión que tienen Macri y Carrió con el líder del Frente Renovador, porque ese sector prefiere un gobierno 100% bolivariano y el perfil moderado del tigrense como cabeza de un gobierno que se quiere relanzar preocupa a Macri y a Carrió, aunque ellos difieren sobre la constitución futura de la coalición, porque el expresidente quiere una alianza con los liberales de Milei y la jefa de la Coalición Cívica está más cerca de las palomas, pero como se considera la reserva moral de la República, señala con el dedo a sus aliados metiéndose en la vida privada y además en una relación de supuestos negocios con Massa, aunque en la mayoría de los casos fueron negociaciones políticas del 2015 al 2019.

De este modo, las declaraciones de Carrió marcaron la agenda del día desplazando al juicio de vialidad y el valor de los dólares en el mercado, que son las noticias relevantes hace 10 días. El gobierno celebró la división en Juntos por el Cambio, porque demuestra que esa coalición no está unificada, porque hay una clara diferencia entre halcones y palomas que ya no es una mera diferencia de personas sino que hay dos coaliciones que difícilmente puedan gobernar juntas.

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