Por Carlos Tórtora.-

Lo ocurrido con la votación que sancionó en Diputados la ley que modifica la fórmula jubilatoria tiene un efecto profundo en el gobierno. Hubo 160 votos a favor y 62 en contra. O sea, más de dos tercios. En el entorno de Javier Milei hay una creciente preocupación, porque dos tercios de los presentes en Diputados es justamente lo que exige la Constitución Nacional, en su artículo 53, para la formación del juicio político.

Se instala así con algún fundamento la variante más extrema del escenario político: que la crisis entre el presidente y el Congreso termine en un acuerdo entre el PJ y la UCR para desplazarlo de sus funciones. En el Senado, con La Libertad Avanza con sólo 7 senadores, los dos tercios para la realización del juicio político son también una probabilidad cierta.

Milei confiaría en que el alto nivel de apoyo con el que cuenta actualmente sería suficiente como para bloquear está posibilidad. Pero hay que especular con qué pasaría si la imagen positiva baja en los próximos meses.

La construcción de esta futura crisis podría darse con mayor facilidad por ejemplo si Milei vetara la ley que cambia la fórmula jubilatoria y la respuesta de ambas cámaras fuera confirmar el mismo por dos tercios. En ese caso, los puentes del diálogo estarían rotos y la confrontación subiría de nivel.

La otra bandera que levantan los libertarios contra la amenaza del juicio político es que su jefe ya gozaría de un reconocido status internacional como portavoz de la defensa de la libertad. Pero estos diplomas podrían ajarse si la situación económica continúa deteriorándose y en el exterior se instala la imagen de que estamos ante un gobierno inviable.

Milei con pocas chances

¿La sanción de la Ley Bases el próximo miércoles podría despejar la situación del gobierno? Sin duda que este triunfo fortalecería al Poder Ejecutivo y lo dejaría en mejores condiciones para vetar la ley jubilatoria.

La Casa Rosada, mientras tanto, envía señales de que podría dulcificarse, como por ejemplo el trascendido de que se le entregarían fondos para obras públicas a Tucumán, una de sus principales provincias aliadas.

Abrir la canilla y captar más gobernadores sería una de las pocas fórmulas de realpolitik para un gobierno acorralado por la realidad. Claro está que esto podría poner en peligro al superávit fiscal.

Un terreno donde Milei hace agua tanto o más que en la economía es en la construcción política. La Libertad Avanza no sólo no crece sino que está sumida en una cadena de crisis internas como la de sus bloques legislativos en Buenos Aires. Y su alianza más importante, si no la única, es decir, la sociedad con el PRO, va camino a un probable divorcio en la medida en que Mauricio Macri parece anotarse entre los que creen en la inviabilidad de Milei mientras que su hermana se ocupa de cortar los puentes con el partido amarillo.

Share