Por Carlos Tórtora.-

La inminente media sanción de la ley ómnibus traería sólo alivio a medias para el gobierno. Es que la bancada de senadores de Unión por la Patria pretende que el próximo jueves se debata en el Senado la aprobación o el rechazo del mega DNU. Al bloque de José Mayans le faltan 4 votos para llegar a los 37 y tener quórum.

Entre los que se resisten a tratar el tema predominan los que creen que hay que dejarle tiempo a la justicia para que resuelva sobre la inconstitucionalidad del decreto.

Pero la realidad es que en la Corte piensan exactamente lo contrario, es decir, que hay que dejar que la cuestión se decida desde la política.

Hacia horas dramáticas

Si la sesión especial logra convocarse y el Senado rechaza el mega DNU, nada cambiaría en lo inmediato, porque haría falta que Diputados también rechace para que el DNU se caiga.

Pero se entraría así en una nueva crisis, porque la oposición en Diputados estaría obligada a emular a sus colegas del Senado. Y ni que decir sobre las consecuencias jurídicas de que se invalide un decreto que ya modificó 300 leyes y que está en plena vigencia.

En el caso de que el Senado termine aprobando el Decreto ya carecería de toda importancia su tratamiento en Diputados, ya que es necesario el rechazo de las dos cámaras.

Cómo están las cosas, podría darse que en la misma semana el gobierno consiga la media sanción de la ley ómnibus y a la vez reciba su primer rechazo del DNU.

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