Por Guillermo Cherashny.-

Después de que Juan Manuel Urtubey, gobernador electo de Salta para un tercer período, declarara en Nueva York ante el Consejo de las Américas que el eventual gobierno de Daniel Scioli negociaría con los holdouts, se enojó mucho la presidente, que le encomendó a Aníbal Fernández que retara al salteño diciendo que no representa la voz del gobierno, ni de éste ni del que vendrá. Tuvo una rápida respuesta del joven salteño, quien dijo que laúultima vez que lo retaron fue a los 17 años, cuando empezó a trabajar, y además acusó a Carlos Zannini de alimentar las chances del senador Juan Carlos Romero en su provincia, cosa que no ocurrió en la realidad.

Todo se adelanta

El caso es que las críticas al candidato a vicepresidente, desde el momento que Urtubey lidera la liga de facto de gobernadores que apoyan al gobernador bonaerense, es una declaración de guerra al cristinismo que Scioli y su círculo íntimo querían dejar para más adelante, quizás para dentro de un año. Pero, como suele ocurrir, los tiempos se adelantaron. Es posible que Urtubey y Scioli, que se hizo el distraído con esas declaraciones, estén buscando un porcentaje de votos cercano al 2% para superar el 40% y apuntan al establishment y la clase alta, que apoya negociar con los holdouts. O sea que finalmente Scioli le ponga un freno al plan bomba que le dejan Cristina y Kicillof. La próxima reacción presidencial debe ser racional, ya que si Cristina le quita el apoyo a Scioli con Macri o Massa de presidente corre el riesgo de visitar muy seguido Comodoro Py e inclusive terminar presa, ya que no tiene fueros, así que no le queda otra que no tensar más la cuerda. Si pensó que ante Aníbal Urtubey arrugaría, éste dobló la apuesta. Y por su parte, Scioli parafraseó a Felipe Solá, quien dijo hace unos años: “para avanzar en política hay que hacerse el boludo”. Veremos si este incidente se convierte en una guerra del PJ contra La Cámpora y el jefe de gabinete. Es obvio que Scioli debe aceptar las órdenes presidenciales por lo menos hasta el 25 de octubre o el 22 de noviembre, o bien el 10 de diciembre. Está claro que el jefe de gabinete, si Scioli no llega a presidente, querrá disputar el liderazgo del PJ con Urtubey.

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