Por Guillermo Cherashny.-

El intento del gobierno de aislar a Hugo Moyano del resto del sindicalismo fracasó rotundamente no sólo por los 200.000 manifestantes sino también porque en el mismo día el déficit comercial de la Argentina llegó a los 1000 millones de dólares, demostrando que los 8.000 millones de dólares totales del 2017 siguen su ritmo ascendente, lo que motivó las críticas de Prat Gay, el ministro en la cumbre radical, donde señaló además que la inflación estaría arriba del 15% que quiere el gobierno y agregó que la gran esperanza del presidente, como es el plan de infraestructura mediante el sistema de la participación pública-privada conocido como PPP genera un déficit fiscal encubierto como las LEBACs del BCRA.

El gobierno podrá decir que fueron Aníbal Fernández, Hebe de Bonafini, Máximo Kirchner y todos los impresentables de los K, pero no logra poner en marcha la economía del país y le quedan menos de dos años para terminar su mandato, lo que implica que concentraciones masivas como la de ayer se repetirán en el futuro.

Moyano tiene a su favor la presencia de Grabois y Vera, los dos hombres más cercanos al Papa Francisco y la foto de Gustavo Menéndez y Fernando Grey, presidente y vice del PJ bonaerense junto a Julio Zamora, el intendente de Tigre y estrecho aliado de Sergio Massa, lo que repite la oposición a la reforma previsional, es decir, el Frente Renovador cada vez se acerca más a la unidad del peronismo. Por tanto, la interpretación del acto es ambivalente, ya que para la ceguera del gobierno fue más de lo viejo; para los que analizan realidad la presencia del Frente Renovador de Massa y los mejores amigos del Papa Francisco es un golpe duro para el gobierno.

Otro dirigente que se posicionó fue Sergio Palazzo, el jefe de los bancarios, que demostró ser un gran orador y se posicionó como un futuro secretario general de la CGT, aun siendo radical, lo que sería una novedad en el mundo sindical. Como conclusión para los fanáticos del gobierno, que aborrecen a los cristinistas y el sindicalismo, estarán contentos con que lo ayer es una muestra más de lo viejo, pero la realidad es que este gobierno no puede bajar la inflación ni logra la lluvia de inversiones que prometió y el mundo occidental muestra que el país tiene poco interés para que lleguen capitales extranjeros, salvo para la timba fianciera.

Nuevamente El País, el matutino más importante de España, señala el éxito de Moyano en el día que llega Nicolás Dujovne, el ministro de hacienda, a mendigar inversiones y negocios ante un gobierno español que se siente traicionado por la discriminación contra Telefónica de España.

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