Por Carlos Tórtora.-

Sorpresivamente, anteayer trascendió que Cristina Kirchner sería el factótum de la designación del futuro Ministro de Seguridad, en tanto que el massista Diego Gorgal era corrido de la postulación. Este tira y afloja se da mientras se mantiene el misterio y no hay candidatos instalados para el único organismo dependiente del Presidente que falta llenar: la AFI.

La tradición indica que los jefes de inteligencia son gente de la extrema confianza del presidente y son pocos las excepciones. Una de ellas es la de Hugo Anzorreguy, que duró diez años en el cargo y apenas lo conocía a Carlos Menem cuando éste lo designó. Hoy por hoy, se dice que Alberto quiere anunciar de movida una reestructuración profunda de la AFI. Un proyecto que circula en las oficinas de Puerto Madero divide la AFI en tres. Una parte subsistiría como AFI encargándose de la inteligencia exterior. Los otros dos sectores pasarían al Ministerio de Seguridad ocupándose de la inteligencia interior y el narcotráfico. Nunca en la historia se intentó un cambio de esta magnitud. Se señala a Miguel Saín como uno de los autores del proyecto. Saín, fundador de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, es un firme candidato a la conducción de la AFI, aun cuando no es amigo de Alberto. El que sí lo es, otro mencionado como candidato, José Albistur, con varios procesos por negociaciones incompatibles con la función pública y defraudación al estado. El ex Secretario de Medios de CFK es ajeno por completo a los temas de inteligencia. El silencio que reina sobre el tema lleva a pensar que, o bien Alberto tiene el hombre y lo reserva para último momento, o bien todavía esta buscándolo.

LOS FONDOS RESERVADOS

La intención del presidente electo de dar un golpe de efecto con la AFI se extiende a la idea de terminar con el sistema de los fondos reservados, que están exentos de todo contralor y se manejan discrecionalmente en la conducción de la AFI. Hasta ahora, muchos gobiernos prometieron limitar el uso de los fondos reservados pero la realidad es que, desde 1983 a la fecha, cada gobierno amplió el presupuesto de dichos fondos usado por el anterior.

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