Por Carlos Tórtora.-

Sergio Massa se anotó un claro éxito con la implementación del dólar soja y avanza ahora en distintos frentes en su gira por los EEUU. La consolidación del tigrense como Ministro de Economía tiene su correlato en la acumulación de un capital político que podría derivar en su candidatura presidencial. La estabilización de la economía, que ahora es probable, tiene una proyección dual para el kirchnerismo. Por un lado, éste se beneficia con el atenuamiento de la crisis económica. Pero por el otro, el relativo éxito de Massa lo iría convirtiendo en el presidenciable obligado para el Frente de Todos. En caso de alcanzar la presidencia, él podría armar un nuevo esquema de poder basado en el peronismo y superador del kirchnerismo.

Cristina Kirchner se ve obligada a navegar en esta dualidad y hasta ahora, a un mes de haber asumido Massa el ministerio, mantiene un silencio que debe interpretarse como apoyo pero sin aplausos. Del mismo modo, Massa se corrió de la realidad política y, salvo su mensaje por el atentado, no hace declaraciones políticas.

Así es que mientras él se consolida como ministro, Cristina revalidó sus títulos como jefa del kirchnerismo y de un peronismo que no genera opciones, haciendo de su departamento de Uruguay y Juncal la meca del peronismo. Lógicamente, esto se revierte en una mayor presión para que ella sea candidata a presidente.

Paz hasta diciembre

Aparentemente, la alianza entre Cristina y Massa tiene sólidos motivos para mantenerse. Ella ejerce la conducción política mientras que él administra la economía. Este esquema debería funcionar bien durante los próximos meses. Pero luego, a partir de fin de año, empezará el año electoral y habrá que ver si este equilibrio puede mantenerse. Hablar del escenario del 2023 puede parecer hoy demasiado audaz. Sin embargo, podemos anticipar que es probable que las fricciones aumenten. La vicepresidenta pretende sin duda tener la lapicera de las candidaturas, desde la fórmula presidencial hasta las candidaturas a diputados, y habrá que ver si Massa aspira a tener voz y voto en estos temas. La desaparición de Alberto Fernández como factor de poder sin duda que le abre mayor espacio político al tigrense, porque no pocos albertistas buscarían amparo bajo su paraguas. En el futuro de la alianza de CFK y Massa gravitará sobre todo cuál será la medida del éxito de este último. Un gran resultado podría convertir al ministro en la gran figura política del oficialismo. En cambio, un resultado regular la garantizaría a ella manejar las distintas variables con mayor facilidad.

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