Por Jorge Augusto Cardoso.-

El gobierno y sus defensores son los que más hablan mencionando a cada instante la palabra “odio”; parecería que se han enamorado de ella y la repiten una y otra vez; así esa palabra y su significado se mantendrá vigente en el cuerpo social, cuando lo que se debería procurar es desterrarla.

En tanto, el presidente derrama por doquiera que se encuentre, discursos bonitos. En ellos señala lo que deberíamos hacer para vivir en un país, el nuestro, con inclusión, desarrollo y solidaridad. Se olvida que gobierna; se olvida que debe trazar políticas para que se alcancen esos deseados objetivos. Tal vez no sepa que la política debe ser mucho más que palabras; tiene que basarse fundamentalmente, inexorablemente, en hechos.

Share