Por Guillermo Cherashny.-

La recorrida por la costa de Patricia Bullrich es el lanzamiento de su carrera presidencial rumbo al 2023 y, si bien es una incógnita quién es el gurú que la asesora en esta estrategia, está claro que no está improvisando, como fue el show en Villa Gesell, donde hizo entrar a la bonaerense en un acto en donde presentaba su libro «Guerra sin cuartel». Sus seguidores instaron a algunos de ellos a hacerse pasar por militantes K que la insultaban, lo que motivó que la policía que estaba de guardia entrara y «la piba», rápida de reflejos, los saludó en postura militar y los agentes entraron en la trampa montada, aunque está claro que ella goza de una gran prestigio entre los uniformados, porque en su gestión como ministra los defendió a capa y espada contra las críticas de los K.

En un reportaje del diario Perfil, se comparó con Angela Merkel y considera que Macri ya fue pero, como es su principal apoyo, no tiene competencia para el 2003 por la presidencia de Juntos por el Cambio. Pero antes están las elecciones de octubre del 2021, donde pretende encabezar la lista de diputados nacionales, hasta hoy contra la opinión de Horacio Rodríguez Larreta, el alcalde porteño.

Está dispuesta a amenazar con una PASO contra Vidal o Quirós, los candidatos que se mencionan hoy por hoy. Si se suspenden las PASO -como piden los gobernadores del PJ-, insistirá en ser la número uno, más teniendo en cuenta que ni Vidal ni Quirós tienen muchas ganas de competir.

No hay duda que Juntos por el Cambio ganará las elecciones de Capital, aunque Javier Milei obtenga el 10%, porque el Frente de Todos con suerte araña el 25% y, por tanto, ese triunfo la proyecta para el 23 con un vice radical representando a los «halcones» de Cambiemos contra las palomas de Rodríguez Larreta.

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