Por Carlos Tórtora.-

Mauricio Macri volvió a intervenir en la interna del PRO al colocar a Hernán Lombardi como jefe de campaña de Patricia Bullrich y a Darío Nieto como miembro del staff de María Eugenia Vidal.

La jugada coincidió con otras señales de que el expresidente está dispuesto a estirar la definición de su candidatura hasta último momento. En las filas de Horacio Rodríguez Larreta el optimismo sobre la actitud de Macri se basaba en que éste no cuenta con un armado territorial propio. Pero ahora crece el temor por la posibilidad de una fórmula Macri-Bullrich que podría ganar las PASO. Así las cosas, la guerra de nervios entre macristas y larretistas no parece tener fin y extiende sus efectos sobre todo JxC. En efecto, Macri está ligado al mendocino Alfredo Cornejo, mientras que Larreta mantiene su alianza con el presidente de la UCR, el jujeño Gerardo Morales. Esto sin contar que gobernadores de la UCR, como el correntino Guillermo Valdez, también se preparan para ser el candidato a vice, al igual que los dos anteriores.

La trabada situación del PRO dio lugar a que Elisa Carrió insinuara su propia candidatura presidencial. La líder de la Coalición Cívica percibiría que la interna del PRO es más que una simple disputa coyuntural. Macri sabe a esta altura que Larreta, de llegar a la Casa Rosada, desarmaría definitivamente al macrismo y está dispuesto a impedirlo.

La ciudad en el medio

La pulseada por la jefatura de gobierno porteña quedó en el medio de la interna de JxC, paralizándola. Macri reclama la sucesión para su primo Jorge pero Larreta quiere a su Ministro de Salud Fernán Quirós, sin descartar algo que irrita al PRO: el acuerdo para que sea Martín Lousteau. La realidad es que, como crecen las posibilidades de que Axel Kicillof sea reelecto, el control de la Capital redobla su importancia para el PRO. Con Buenos Aires en manos del kirchnerismo, un eventual gobierno de Larreta necesitaría un jefe de gobierno incondicional que contrabalancee el poder de la provincia.

Con este panorama, no es de extrañar que JxC esté prácticamente paralizado a la espera de definiciones en el PRO que están lejos de llegar.

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