Por Sebastián Dumont.-

Nadie más que el gobierno quiere que Cristina Kirchner sea candidata en estas elecciones y que Florencio Randazzo juegue por fuera del PJ. No es lo mismo que piensan los intendentes del conurbano que abrevan en el peronismo, antes kirchnerismo o cristinismo. Tras la reaparición de la ex presidente volvieron a mencionar el tema unidad en las PASO y no la confrontación. En medio de ello, se juega la pelea por las listas y las candidaturas. Y además, si CFK es candidata hay quienes puertas adentro sostienen que podría ser peor para pensar en volver al poder en 2019.

Todavía la incógnita de la candidatura de Cristina Kirchner flota en el ambiente. Por momentos parece que se acerca y por otros que se aleja. En cambio, ha transcendido también la posibilidad de una fórmula con Verónica Magario y Máximo Kirchner, y algún intendente al frente de la boleta de diputados.

En las últimas horas, los intendentes que habían dejado plantado a Máximo Kirchner hace una semana por la presencia de Luis D’Elía y Amado Boudou, bajaron la tensión luego de la “amenaza” velada de poder terminar con Randazzo. Igual, es verdad que ese grupo de jefes comunales hace tiempo que habla de la unidad y ya proponían una fórmula con Randazzo y Magario para senadores y Martín Insaurralde como primer candidato a diputado nacional. Recientemente, el alcalde de Lomas de Zamora se reunió con Máximo Kirchner para limar asperezas.

Paradójicamente, muchos jefes comunales jóvenes del peronismo están seguros de que una candidatura de CFK podría ayudar a ganar en sus distritos pero, si sale demasiado airosa en la elección provincial, podría complicar las chances hacia el 2019. El piso de Cristina es alto, pero el techo electoral es bajo. Algo así como Carlos Menem en 2003.

Por ahora, el randazzismo, a quienes los más soñadores buscan encontrar algún parecido con el proceso de Cafiero en el 85, sostiene su idea de ir a las PASO. La ex presidente dice que lo quiere adentro en una lista de unidad, pero es muy difícil poder llevarla adelante cuando en la lista de diputados quieren poner a Héctor Recalde, Carlos Kunkel, Juliana Di Tulio, Edgardo De Petris y María Teresa García, que son algunos de los nombres que busca poner la ex presidente quien sería llamada a indagatoria la semana que viene por el caso Hotesur.

Además, cuando se habla de unidad, de estar todos adentro en la boca de la ex jefa de Estado, la referencia es a lo más refractario del cristinismo.

Las peleas intestinas en el peronismo son del agrado del PRO, que se regocija con ello. Lo que llaman la “no campaña” y que se siga hablando de las luchas del PJ y el Frente para la Victoria es el mejor libreto que parece haber preparado Durán Barba.

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