Por Carlos Tórtora.-

Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta ya están funcionando como las dos caras del macrismo. El presidente saliente ya definió radicarse en el municipio de Vicente López -donde gobierna su primo Jorge-, lo que significa que apuntaría directamente a encabezar la lista de diputados por Buenos Aires para el 2021. Macri estaría convencido de que Alberto Fernández no conseguirá reflotar el poder adquisitivo de la clase media y que el peronismo no conservará su actual 47% en el 2021. Como para no dejar dudas acerca de que jugará a fondo el próximo turno, Macri convocó para presidente del PRO a Patricia Bullrich, marginando así a María Eugenia Vidal y la línea moderada. Con 119 diputados, el PRO es la primera minoría y, si le va bien en el 2021, podría aumentar su control de la cámara baja. El gran desafío de Macri es disciplinar a su bloque de diputados, que no tiene la costumbre de seguir a un jefe que está en el llano.

Una visión porteña

Por su parte, Rodríguez Larreta ya eligió privilegiar la gobernabilidad, es decir, la convivencia con la Casa Rosada, para evitar que ésta se incline por el recorte de fondos al distrito más rico del país. Larreta no creería en la ventaja de jugarse cien por ciento en el 2021 y preferiría apostar directamente al 2023. Estaría convencido de que habrá un gran crecimiento de la UCR en el interior del país.

Por el momento, las visiones de Macri y Larreta, aunque desentonan, parecen convivir. El primero se lanzará como jefe de la oposición el 7-D en Plaza de Mayo y el segundo está profundizando sus vínculos con el albertismo.

Share