Por Guillermo Cherashny.-

Pese a que las alianzas ya están presentadas ante la justicia, los matutinos Clarín y La Nación destacaron que el PRO y el Frente Renovador continuaban ayer negociando bajo cuerda para alcanzar un acuerdo mínimo en la provincia de Buenos Aires. Esto después de que Mauricio Macri desechara que Sergio Massa participara como candidato a gobernador en unas PASO compitiendo con María Eugenia Vidal en la misma primaria. Pero el líder del PRO optó por no contaminarse con la turbulenta interna del Frente Renovador. Más simbólico, Jaime Durán Barba habló de Massa como un “impuro” y así se lo dijo directamente a éste y Francisco de Narváez en la casa del último. También el consultor ecuatoriano considera que CFK -o sea el FpV- es actualmente imbatible. Posteriormente, Macri negó que se haya dicho algo así, pero tanto de Narváez como Massa confirmaron que esto fue lo que escucharon. Algunos analistas interpretan estas señales como que la cúpula del macrismo sabría que le será muy difícil evitar la derrota y habría optado entonces por hacerlo con los “puros”, es decir, con Elisa Carrió y la UCR, tal vez pensando que de ese modo conservaría en mejor estado su capital político.

Las últimas cartas

Luego del desplante de Macri, varios de sus operadores intentaron, a partir de la reafirmación de la candidatura de Massa, un arreglo chico con intendentes del Frente Renovador ofreciéndoles apoyo para ganar su distrito a cambio de que lleven la boleta de Macri y contribuyan a fiscalizar la elección, uno de los principales déficit del PRO. También intentaron que el Frente Renovador coloque en la lista tres diputados nacionales y un legislador provincial por cada una de las ocho secciones electorales de la provincia, aunque lleven la boleta de Massa a presidente, porque lo que necesita urgentemente el PRO es la capacidad de fiscalización que sí tienen los renovadores. Sobre todo en la Primera Sección Electoral. Pero todos estos intentos fracasaron rotundamente y Joaquín de la Torre, el intendente de San Miguel, que negociaba con Emilio Monzó y Jorge Macri -los representantes del PRO en la provincia-, anunció que se terminaron definitivamente los contactos entre el PRO y el Frente Renovador.

A todo esto, el peronismo PRO de Jesús Cariglino y Federico Scarabibo sumó a Leandro Costa de Escobar. Éstos tropezaron con Néstor Grindetti y Gladys González, en Lanús y Avellaneda respectivamente, que no quieren al peronismo PRO pero sí lo aceptan en otros distritos de la tercera sección donde el FpV está muy fuerte. El caso es que el macrismo puede mejorar en la primera sección; por eso necesitaba combinar con de la Torre y Acuña, este último alcalde de Hurlingham. Sin embargo, Macri dio la orden de concluir las tratativas. Así fue como todas las negociaciones se trabaron y ahora el PRO se deberá enfrentar solo a la realidad.

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