Por Guillermo Cherashny.-

No sorprendió el faltazo de los gobernadores a la convocatoria del presidente para una reunión con él, porque los mandatarios provinciales que pronto tendrán elecciones anticipadas perciben que la figura de Alberto espanta a sus votantes y, si bien recuperaron intención de voto, es por la gestión económica de Massa, que produjo pleno empleo y desarrollo en sus localidades. Una encuesta de Lucas Romero le da al gobierno nacional el 28% de intención de voto seguro, más lo que pueda obtener más adelante si mejora la economía. Pero de ese número, el 50% no votaría nunca al presidente. En las provincias, la intención de voto es mucho mayor que hace seis meses, cuando se pensaba que el gobierno se caía y se perdían todas las gobernaciones; pero la estabilidad y el orden en las cuentas fiscales restableció el poderío del peronismo del interior, de ahí que propicien la candidatura de Massa como presidente para lograr una elección competitiva aunque casi inalcanzable en una segunda vuelta. Pero los gobernadores, diputados y senadores se eligen en la primera vuelta, de ahí que se busque alguien serio como el ministro de economía, que sobrecumplió las metas con el FMI y se maneja con absoluta seriedad.

En la Casa Rosada Alberto sigue para «la gilada» de su intento por la reelección, sólo apoyado por Aníbal Fernández, al que no le preocupa el auge del narcotráfico en Rosario. Sin embargo, Agustín Rossi y Santiago Cafiero proponen como candidato a Daniel Scioli, que es mucho mejor candidato que el presidente pero no se sabe si alcanza para una elección competitiva.

Falta la opinión de Cristina, que es la gran electora pero no ha demostrado por ahora ninguna predilección por alguno. Pero sí se sabe que no quiere saber nada con la candidatura del presidente. Así las cosas, habrá que esperar hasta pocos días antes del 24 de junio, fecha del cierre de las candidaturas, en tanto se espera el 5,5% de inflación para el mes de enero y algo parecido en febrero y marzo y un sesgo descendente en abril pero no el 3,9% que esperaba Massa.

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