Por Guillermo Cherashny.-

Ayer se realizó la primera reunión de Emilio Monzó con su futuro sucesor Sergio Massa en medio de los rumores que ubican a los diputados nacionales que siguen al actual presidente de la cámara y de Rogelio Frigerio en una posición distante de Cristian Ritondo, el presidente designado del bloque del PRO por el presidente Macri. Esta designación no cayó en esos diputados porque fue inconsulta, aunque es sabido que Ritondo no pertenece al círculo íntimo del presidente y Marcos Peña. En el caso de Monzó, sus discrepancias con Ritondo obedecen al destrato que la gobernadora Vidal hizo con los legisladores de Monzó, ya que la dama nunca puede olvidar que el presidente de la cámara propuso a Sergio Massa como candidato a gobernador en lugar de ella. De todas formas, ésa es una historia antigua y, alejado de la mesa chica de Cambiemos, la reunión tuvo por objetivo un análisis del nuevo arco parlamentario y la necesidad de construir fuertes mayorías para la agenda social del nuevo gobierno. Además, se habló de una agenda parlamentaria urgente y de una futura modernización de la Cámara de Diputados cuando Sergio Massa la presida.

Está claro que la transición en la Cámara de Diputados de la Nación será la más pacífica de todas, porque su actual presidente cultiva el respeto hacia la oposición, a diferencia del gobierno nacional y provincial. El futuro parlamento tendrá 123 diputados del Frente de Todos y aliados provinciales y con diferentes monobloques se alcanzará fácilmente la mayoría sin necesidad de pactar con Juntos por el Cambio, aunque lo ideal es que voten amplias mayorías.

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