Por Carlos Tórtora.-

Después de la incógnita de quién será el candidato a presidente, el segundo problema que desvela a la dirigencia del PRO es la posibilidad de que Horacio Rodríguez Larreta le entregue la jefatura de gobierno servida en bandeja a Martín Lousteau a cambio del apoyo de la UCR a su candidatura presidencial. El temor de la dirigencia amarilla a perder el control de la Ciudad va creciendo a medida que se comprueba que Larreta está empatado con Patricia Bullrich y que haría lo imposible por tener una ventaja más clara. En los últimos días, fue tanta la indignación por el pacto entre Lousteau y Larreta que este último optó por atenuar el tema poniendo paños fríos.

Pero la cuestión está planteada y el acuerdo entre Jorge Macri y Bullrich fue la primera consecuencia de la reacción. Sin embargo, aún muchos de los sostenedores de la candidatura de Macri descreen de que éste pueda ganarle a Lousteau una primaria, sobre todo si el aparato de la administración porteña juega a favor de este último.

El retorno

En medio de este atolladero es que en el entorno de Mauricio Macri surgió una idea que, de prosperar, podría aumentar significativamente las chances del PRO de conservar la Ciudad a través de una victoria electoral sobre Lousteau. Se trataría de impulsar la candidatura del expresidente para Jefe de Gobierno. La decisión de Mauricio en este sentido sería presentada como un sacrificio con vistas a que el PRO conserve su principal bastión. De paso, de este modo Macri saldría de su incómoda situación actual en la que se le acortan los tiempos para decidir si será candidato a presidente.

En la hipótesis de que avance esta candidatura, Larreta recibiría así un fuerte castigo al tener como sucesor a quien fuera su jefe político y fundador del PRO.

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