Por Guillermo Cherashny.-

El miércoles pasado Máximo Kirchner logró alinear a gran parte del gabinete y a la fuerza parlamentaria del Frente de Todos y aliados circunstanciales en la sanción del denominado aporte solidario de las grandes empresas o impuesto a la riqueza. También estuvieron en el congreso Sergio Massa con Malena Galmarini y Fernanda Raverta y Luana Volnovich, titulares del ANSES y PAMI, las dos grandes cajas del gobierno. La Cámpora que lidera Máximo Kirchner tiene hoy por hoy los mejores cargos del gobierno y las segundas líneas en todos los ministerios pero no tiene en claro cuál es la verdadera naturaleza del poder hoy en día; para ser más claros, el gobierno está en serios problemas, porque pierde reservas internacionales casi todos los días, la economía apenas si se recupera con la salida de la cuarentena pero nadie sabe qué política económica plantean para el país, aunque se supone que piensan parecido a Axel Kicillof, aunque el gobernador diga que no pertenece a esa organización, pero al ser un protegido de Cristina, se supone que piensan muy parecido.

Cuando Kicillof fue designado ministro de economía fue para reemplazar las políticas que desde el BCRA impusieron Pesce, Marcó del Pont como presidente y Matías Kulfas como gerente general, que fracasó a fines del 2013 y que generó una devaluación del 30% para seguir con el cepo hasta la entrega del poder en diciembre del 2015. Pero hoy en día, pese a la carta de Cristina, el presidente le dio todo el poder a Martín Guzmán, el ministro de economía, que ya manifestó que no piensa devaluar. Pero la pérdida de reservas y la desconfianza en la economía hacen desconfiar de esa aseveración.

Días pasados, la vicepresidente recibió a Martín Redrado, con quien tenía mala relación. Y además Redrado no coincide ni con Kicillof ni con Marcó del Pont, Kulfas y Pesce y tiene algunas coincidencias con Guzmán. Pero a diferencia del actual ministro, tiene un plan y un equipo para desarrollarlo y recuperar la confianza y generar inversiones y empleo.

Quizás Máximo Kirchner piense más en cómo aumentar inversiones y promover empleo en lugar de acumular cajas e imponer impuestos que las alejen y entiende cuál es el verdadero poder que le puede asegurar continuidad en el tiempo y no cargos importantes en un gobierno a la deriva que corre serio riesgo de perder las elecciones de medio término.

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