Por Damián Belastegui (Agencia NOVA).-

Scioli apunta a transitar el sprint final de la carrera electoral sin sobresaltos de marcado de tenor. Para esto, el Ejecutivo bonaerense analiza la posibilidad de colocar en el mercado bonos de deuda (Dibujo: NOVA).

Más allá que en el mercado de valores preelectoral sus acciones coticen en alza, los vaivenes de las negociaciones políticas atadas a las fluctuaciones propias de las variables de gestión, son indicadores que no garantizan a Daniel Scioli llegar al cierre de operaciones de campaña con la certeza de un triunfo en su haber que lo deposite en la Casa Rosada.

Y es que, mientras las transacciones enmarcadas en el proceso de oferta y demanda dirigencial van modificando constantemente el balance de situación política, aunque el gobernador bonaerense pretenda capitalizar la cara “activa” de su gestión, existen fuertes pasivos que demandan inversión y que, de no ser resueltos en los meses venideros, amenazarían con transformarse en un “crack” para su tendencia alcista en las encuestas.

De esta manera, y bajo un escenario de permanente avidez de recursos por parte de la administración pública provincial, el ex motonauta apunta a transitar el sprint final de la carrera electoral sin sobresaltos de marcado de tenor. Para esto, planea en las semanas venideras lograr lo que no pudo en 2014: colocar en el mercado financiero una nueva emisión de bonos de deuda por un monto que rondaría los 500 millones de dólares.

Precisamente, a mediados del pasado año, el Ejecutivo bonaerense realizó un intento de similares características con expediciones a Londres encabezadas por el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y la ministra de Economía, Silvina Batakis, con el objetivo de sondear posibles inversores. Sin embargo, la ansiada colocación de bonos bonaerenses en los mercados internacionales se vio postergada en principio ante la desfavorable tasa de interés (del 13,5%) ofrecida por los inversores (la Provincia se estiraba a un 12%). Luego, el conflicto con los fondos buitres volvió a enfriar los intentos.

Una puerta que se abre

No obstante, con la recientemente exitosa emisión del Bonar 2024 desde Nación por un monto 1.415 millones de dólares, triplicando las expectativas iniciales, sumado a la liquidación de la totalidad de lo recaudado en su reciente emisión de deuda por parte de YPF, conforman una atmósfera que asoma como propicia para que Provincia vuelva a lanzarse al mercado.

“Es muy importante para Argentina en general y para Buenos Aires en particular”, señaló Batakis sobre la colocación de deuda del Gobierno nacional, observando que la misma “nos deja un horizonte más tranquilo para el pasivo que tenemos presupuestado desde el año pasado, como en cada período, y para buscar una tasa moderada”.

Al respecto, vale señalar que el Bonar emitido por el Gobierno nacional y que vence el 7 de mayo de 2024, tiene una tasa de interés de 8,956 por ciento, amortizándose la deuda en seis cuotas anuales y consecutivas desde mayo de 2019. En su caso, Provincia, que suele obtener un interés cercano a los 3 puntos por encima de Nación, apuntaría a endeudarse bajo una tasa de interés que no supere los 12 puntos.

De lograrse esa colocación de bonos bonaerenses, el sciolismo respiraría con mayor tranquilidad ante un compromiso de deuda de Provincia que vence en octubre y que representa nada más ni nada menos que 1.050 millones de dólares. Más allá de deslizarse desde calle 6 que, sea como fuere, ya se está en condiciones financieras de cumplir con ese pago, lo cierto es que otros requerimientos golpean la puerta de Gobernación.

Conflictos y cuentas pendientes

Uno de ellos tiene que ver con las obras inconclusas en diversos puntos de la provincia y el consecuente malestar que se genera en los intendentes. El caso que puede graficar con mayor nitidez este aspecto es el del alcalde de Salto, Oscar Brasca, quien, a pesar de echar posteriores paños fríos con gestos de acercamiento a Scioli, dejó sentado su resquemor ante la no reparación de la ruta 191, algo que, pataleo mediante, generó la puesta en marcha de los trabajos de repavimentación. Más allá de esto, el penoso panorama que reflejan varias rutas provinciales sigue siendo uno de los puntos centrales que requieren intervención del Ejecutivo bonaerense.

Al mismo tiempo, esta semana se desarrollaron diversas protestas en la administración pública provincial. En el ámbito del Instituto Cultural, trabajadores realizaron una manifestación exigiendo la reincorporación de 11 actores de la Comedia despedidos tras diez años de labor.

En tanto, en el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) hace dos semanas que existe conflicto a partir del reclamo de trabajadores (fundamentalmente nucleados en ATE) por el pago de una bonificación mensual en concepto de participación en las ganancias (al ser un ente recaudador), una solicitud de larga data que, a pesar de ser concedida, fue acompañada de un descuento de horas extras y viáticos.

Así, sin percibirse una mejora económica real, las posturas de buena parte de los empleados se radicalizaron, existiendo asamblea permanente de trabajadores, y fracasando la conciliación voluntaria llevada a cabo en el Ministerio de Trabajo entre las partes, por lo que se tuvo que recurrir a presencia policial permanente donde funciona dicho organismo.

Por otro lado, docentes enrolados en la seccional Tigre de SUTEBA cortaron la autopista Panamericana en reclamo de sueldos adeudados por Provincia, manifestación que fue tildada por la titular de la cartera educativa bonaerense, Nora De Lucía, de tener “intencionalidad política”, apuntando al massismo.

Financiamiento “mucho más caro”

Consultado por NOVA sobre esta posibilidad de que el Gobierno bonaerense emita deuda, el economista Pablo Bolino hizo foco en la tasa de interés a pagar (oscilaría entre el 11 y 12 por ciento), la cual afirma que está “por encima de la del mercado” y que esto se provoca en un contexto de una provincia enmarcada en un país que permanece con conflictos como el que se acarrea con los fondos buitre, advirtiendo a su vez que “hasta que no se solucionen los problemas macroeconómicos de Argentina esa tasa de endeudamiento siempre va a ser más cara que el resto. El caso paradigmático es Bolivia que se endeudó el año pasado el 4 por ciento, que es la tasa de interés mundial”.

Y añadió: “En un mundo donde lo que sobran son dólares y la tasa de interés está en un punto históricamente bajo, Argentina, teniendo la posibilidad de endeudarse como cualquier otro país, tiene que ordenar sus cuentas fiscales para poder endeudarse. Como no lo hace, está obteniendo financiamiento mucho más caro”, ya que, en esa situación, “para que crean en vos, tenés que darle un poquito más (de tasa de interés), de lo contrario no te dan fondos”.

Considerando el compromiso del Gobierno provincial por más de 1000 millones de dólares que vence en octubre próximo, Bolino observó que se va a cancelar deuda “con más deuda y como Scioli no puede renovar el mandato, la deuda que está tomando hoy va a afectar a la próxima gestión”.

Al advertir que el endeudamiento tendría que darse para la realización de “obras de infraestructura que permitan mayor productividad, mayores ingresos tributarios, más empresas que se van a instalen en la provincia”, el economista instó a la actualización de puertos, líneas ferroviarias y mejorar rutas “que están en un mal estado que no te permiten generar todo el tráfico de logística necesario como para poder crecer como provincia”.

De esa forma, observó que “vas a generar que haya más trabajo y mayor inversión, se traslada a que eso lo vas a recaudar en impuestos y esos impuestos te permiten pagar los intereses de la deuda. Si vos te endeudás para pagar gastos corrientes, básicamente sueldos, es una locura, pero la verdad es que es un problema de que tenés que ajustar las cuentas fiscales que son un descalabro”.

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