Por Carlos Tórtora.-

La Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, jaqueada por la desaparición de Santiago Maldonado, empieza a sufrir encontronazos cada vez más fuertes con el entorno presidencial, en lo que podría ser el prólogo de su segundo alejamiento conflictivo de un gabinete nacional. Los memoriosos recuerdan que, siendo titular de la cartera de Seguridad Social, Bullrich, renunció el 13 de diciembre del 2001 a su cargo, disconforme con la intención del entonces presidente Fernando de la Rúa de mantener, en forma paralela, la estructura del Ministerio de Desarrollo Social, que dirigía Daniel Sartor.

De la Rúa se encontraba entonces muy molesto por las amenazas públicas de la funcionaria, que anunció que renunciaría si no se le transferían los fondos, y terminó por quitarle su apoyo.

Hoy, que se sepa, las relaciones entre Mauricio Macri y Bullrich no serían todavía críticas, aunque sí habría señales de enfriamiento. La colisión, no menor, se estaría dando entre la funcionaria cuestionada y el Jefe de Gabinete Marcos Peña. Con muy pocas excepciones -Bullrich no es una de ellas- Peña actúa como filtro de los Ministros y Secretarios que acceden al presidente, quienes se acostumbraron a pasar primero por el despacho de aquél. Esta tarea de dar el visto bueno a los que pisan la alfombra roja del despacho presidencial sería una de las fuentes de poder del joven Jefe de Gabinete. En los últimos meses y por motivos que se desconocen, Peña y Bullrich dejaron de saludarse y ella elude todo control de él, dirigiéndose sola al despacho del jefe de estado.

Lo cierto es que para la mano derecha de Macri este gesto fue un desafío y que se desencadenó a partir de entonces una importante tensión interna. Todo esto no impide que, ya que estamos en plena época electoral, Peña haya salido ayer a respaldar públicamente a Bullrich, intocable hasta las elecciones de octubre.

Montenegro, en primera fila

Como principal candidato al relevo en Seguridad surge -una vez más- el ahora diputado y ex juez Guillermo Montenegro, que ya ocupó esa función en el gobierno porteño y es considerado un puente natural entre el Ejecutivo y la justicia federal. Montenegro tiene su historia en el PRO ligada a la figura de la Vicepresidente Gabriela Michetti, aunque actualmente el michetismo virtualmente está en proceso de extinción.

Como consecuencia de la crisis planteada por el caso Maldonado, también empezó ayer nuevamente a hablarse de la renuncia de Cristian Ritondo, el Ministro de Seguridad bonaerense, cuya permanencia en el cargo se sustenta en su fuerte relación con María Eugenia Vidal.

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