Por Carlos Tórtora.-

La desesperada batalla que el macrismo dará el 27 de octubre tiene distintos entretelones que muestran las disputas por un poder que languidece. Uno de los capítulos de las PASO del pasado 11 de agosto fue la escasa movilización de fiscales que hizo Juntos por el Cambio, al punto que muchas mesas de votación en la estratégica Buenos Aires quedaron vacías. El círculo íntimo del presidente reclamó ahora que el tema de los fiscales quedara en manos de un incondicional y así fue como el ministro de transporte Guillermo Dietrich se hizo cargo de la cuestión desplazando al equipo de María Eugenia Vidal y también a Miguel Ángel Pichetto y los suyos. La experiencia de Dietrich en la materia electoral es nula. Sí tiene, en cambio, vinculación con el peronismo, ya que es yerno del ex dirigente cafierista Carlos Álvarez Echagüe, hoy empresario y uno de cuyos hijos tiene a su cargo la cartelería de María Eugenia Vidal.

Fondos en duda

El financiamiento de unos 35000 fiscales bonaerenses se haría con fondos nacionales y Dietrich estaría bajo la lupa de varios. Por ejemplo, una versión indicaría que los fondos para los gastos previos en el tema de los fiscales no habrían llegado a destino y que se habría cometido una supuesta malversación. El caso es que esta operación de Dietrich promete ser complicada.

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