Por Guillermo Cherashny.-

El descubrimiento del vacunatorio VIP en el Ministerio de Salud -donde al parecer sólo se vacunó dos veces y al resto lo mandaban al Posadas- serían cerca de 200 amigos de un gobierno que cometió una operatoria ilegal. Esta situación puede configurar el delito de incumplimiento de deberes de funcionario público, que no tiene ninguna excusa y es una verdadera vergüenza cuando en el país murieron más de 50.000 personas, la mayoría con un promedio de 75 años para arriba y que siguen falleciendo.

Juntos por el Cambio, periodistas y medios que denostaron a la vacuna rusa Sputnik, a los que se agregan un 30% de médicos que en el CBA se negaban a vacunarse con esa vacuna, ahora le pasan la factura al gobierno. En efecto, al arribar al país 580.000 dosis de la vacuna Oxford-Astrazeneca, esos médicos aparecen por la televisión acusando al gobierno de Kicillof de dejarlos sin vacunas y ahora súbitamente exigen que los vacunen primeros con la vacuna Oxford. Cabe recordar que Juntos por el Cambio, a través de Elisa Carrió, dijo que querían envenenar a la población con la Sputnik. Graciela Ocaña denunció a los directivos de la ANMAT por aprobar la vacuna rusa y el diputado Cornejo dijo que hubo coimas en el fracasado convenio con el laboratorio Pfeitzer, cuando en realidad no se firmó porque es el laboratorio no quería fijar fecha de entrega y corría el arco todo el tiempo.

Lo concreto es que el gobierno está acorralado por una oposición y los medios que no obtendrán ningún rédito en este ataque porque los únicos que ganan son los que militan la antipolítica.

Share