Por Sebastián Dumont.-

Las distintas encuestas que circulan por estas horas en la provincia de Buenos Aires muestran un panorama similar en casi todos los casos: ninguno de los posibles candidatos puede sentirse seguro de que va camino a hegemonizar la contienda. Los números muestran a Sergio Massa y Margarita Stolbizer encabezando en varios sondeos, con Cristina Kirchner cerca y Carrió algo más atrás. Otros datos dan cuenta de un escenario partido en tres partes casi iguales. Sea como fuere, aún hay muchas cuestiones por definir. Y entre las incógnitas que surgen hay una pregunta recurrente. O juegan todos los principales actores o quizá no participe ninguno de ellos y dejen pasar el turno hasta el 2019.

Con este panorama, recién al filo del cierre de las listas se sabrá quienes serán los candidatos de cada fuerza política. ¿Jugará CFK? Es pregunta recurrente. También hay quienes piensan si Sergio Massa será de la partida. Y las dudas sobre la candidatura de Carrió también son frecuentes.

Hay algo claro. El oficialismo no puede esquivarle al bulto. Y para ello ausculta de manera permanente los números todo el tiempo. Las chances de Jorge Macri candidato son cada vez más claras. Aunque hay quienes creen que jugar el apellido es demasiado riesgoso.

Sergio Massa tiene una parada difícil. Debe revalidar los títulos del 2013 donde ganó. Hay encuestas que lo dan ganador, más allá que el gobierno se empecine en mantener la idea de la polarización con Cristina Kirchner. Massa sabe que si juega tiene que ganar o en el peor de los casos ser segundo pero por encima de todos los peronistas que se presenten. Un tercer lugar sería letal para su futuro. Por eso no se descarta la fórmula M&M. Es decir, Margarita Stolbizer Senadora y Malena Massa diputada. Los números son los que van a mandar.

Para CFK la situación es parecida. Hoy es la única que mide en la provincia de Buenos Aires de todos los que dicen representar al peronismo. Pero su aura se puede acabar si juega y pierde. Hay sectores de los poderes fácticos que harán todo lo que este a su alcance para que Cristina no juegue.

Por eso, esta elección es muy rara. Puede haber una contienda super interesante o bien una de bajas calorías donde los candidatos sean menos conocidos y la batalla final se traslade el 2019.

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