El enfrentamiento entre el kirchnerismo y el gobierno es parte de una sociedad donde los dos ganan.
El oficialismo instala un enemigo fácilmente vencible y las hordas K se garantizan continuidad, permanencia, protagonismo, lo que de otra manera sólo se expresara en tribunales. Transformando delitos comunes en hechos políticos.
El tema de Maldonado y de los alumnos disconformes con prácticas profesionales son formas de mostrar la falta de poder para llevar la administración pública.
La apuesta tiene dos caras: que el electorado crea que el gobierno no maneja ni conflictos domésticos mínimos y hay que buscar otro camino, el que no está visible hasta ahora, y los dos protagonistas se van a ocupar de que nunca aparezca. La otra cara es darle más poder al gobierno argumentando que este kaos es producto de la falta de peso político, no de ineficiencia.
Esta polarización buscada está en plena ejecución y es factible que se siga profundizando, cada uno con sus pronósticos antagónicos.
Como decía Víctor Frankenstein: “No importa que hablen bien o mal, lo importante es que se hable”, garantizando una danza de distracciones constantes para que el árbol mediático no te deje ver el bosque del descontrol verdadero que es la falta de rumbo.
Este escenario permite que un gobierno incompetente, de soberbios tecnócratas que creen que el gobernar es lo mismo que hacer lobby en una corporación o en el club, esté todavía jugando un partido de un deporte que no entienden ni controlan.
Lograr que Argentina tome un rumbo con una promesa de prosperidad viable para la gente de a pie depende de la participación de actores que están adormecidos.
Los empresarios no quieren exponerse porque quieren subsistir como serviles mandatarios del poder de turno. Asumir la responsabilidad de los destinos del país implicaría asumir compromisos y riesgos que no quieren tomar.
Domesticar a políticos corruptos y sindicalistas mafiosos depende de instituciones que no existen y que están cooptadas por la misma corrupción.
Estamos acostumbrados a navegar la ola que toca y como mansos corderos adaptarnos al poder de turno sea liberal, populista, militar o monárquico como se pudo haber sido en los ‘90 o en el maravilloso mundo K.
Somos incorregibles y no tenemos cura.
Somos enfermos crónicos terminales que estamos acostumbrados a ir de enfermedad en enfermedad, disfrutando de a ratos las primaveras que nos tocan, que no son más que ojos de tormenta de constantes huracanes dentro de los que sabemos vivir.
Por eso bien vale el dicho “Sarna con Gusto no pica”.
22/09/2017 a las 6:56 AM
Primero hay que pensar si tendremos país El grupo ram en el sur dirigidos por quien sabe quién pero con serias intenciones de quedarse con el centro del país por ahora y en el norte otros grupos que reclama formar un nuevo país sin que nadie tome conciencia
Los políticos alguno como cristina defendiendo ese grupo junto con el español garzon ,verbinsky y otros muchos ,Macri amigo de terratenientes extranjeros al que tampoco le importa mucho la irregularidad de que un extranjero no puede tener tierras cerca de la frontera,la carrio volviendo de sus eternas vacaciones por supuesto del tema no va a hablar y todos los demás politiqueros que de eso no hablan entre ellos maza y la margarita Ya en el desprestigiado congreso se encargaron de hacer leyes que faciliten la entrega de nuestra patria así que esa parte ya esta segura para el avance ,los periodistas que ya colaboraron durante años en el relato así la población ya se olvido que no hubo jóvenes idealistas,que ellos fueron y son los que están vivos crueles guerrilleros llenos de sangre inocente,ahora se encargan de presentar a los ram como un grupito inocente de mapuches
Los políticos todos usando el caso maldonado para sus fines Si entregan la patria a quién van a gobernar ,quien les va a pagar sus costosas dietar y vergonzosas jubilaciones?
22/09/2017 a las 9:29 AM
Muy buen artículo, se agradece.