Por Guillermo Cherashny.-

Todos los analistas creían que los votos en blanco y anulados serían excluidos del conteo general, pero no fue así y de este modo Daniel Scioli, del 36,70% pasó al 38,41%, CAMBIEMOS del 28,75% al 30.07% y UNA, del 19,6% al 20,6%. La importancia de este cómputo estará en si se repite un número similar de votos en blanco el 25 de octubre. Es decir, el 4%, que podría ser mayor por las fuerzas que no pasaron el 1,5% de total de los votos válidos. Puede ser que estos votos engruesen a un candidato o queden en blanco; por ejemplo, los 100.000 votos que obtuvieron Bodart-Ripoll y los de la candidata del MAS, Manuela Castiñeiras. Ambas fórmulas trotskistas no votarían al ganador de las PASO del Frente de Izquierda Nicolás del Caño, sino que podrían sumarse a los blancos. De este modo, con ese 5% de votos en blanco, más los anulados, Scioli pasaría al 41% y con sólo lograr un 4% más puede tocar el 45%. Y si no lo logra y se queda en el 43/44%, habrá segunda vuelta. Entonces los votos en blanco pueden subir 7% más. Es lo que pasaría con el caudal que obtengan Margarita Stolbizer y Del Caño.

Mala racha

Entonces, Scioli puede asegurarse el triunfo, como pasó con Horacio Rodríguez Larreta, que en las PASO obtuvo el 45,5% y sumó luego sólo 28.000, o sea el 1,5%, pero su cómputo total fue del 52,5%. Es decir que el voto en blanco fue un actor principal en el ballotage de la Ciudad, ya que, si todos los votantes que no lo hicieron en la primera vuelta por el PRO se hubieran inclinado por ECO, habría ganado Martín Lousteau. Prueba de ello es que el PRO el domingo pasado en la Capital registró el 41%, más 4% de sus aliados y por el voto en blanco llegó al 48,55%. Una mala elección, ya que se esperaba un 60%, y el Frente Renovador, que en las PASO no llegó al 1%, llegó al 13,35%.

Está claro que el lunes pasado al mediodía Scioli, por estos números, estaba cerca de pasar el 45%. Sin embargo, el viaje a Italia y el aumento de las inundaciones por la aparición de la sudestada fueron un golpe para el gobernador y se supone que CAMBIEMOS pudo aprovechar para sumar. Pero faltan desde hoy 70 días para el 25 de octubre y no se sabe cómo reaccionarán los votantes. Además, el dólar blue cerró a $ 15,10 y éste es otro cisne negro para Scioli. La descortesía de Aníbal Fernández y la presidente para con el gobernador demuestran que ésta fue una semana PRO. Pero todavía falta mucho.

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