Sergio Berni asumirá como ministro de Seguridad en caso de que el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, gane las elecciones. El polémico médico y militar esconde un pasado con denuncias y misterios de corrupción. El oscuro lugar que ocupa su ex mujer.

La ex pareja de Berni, la médica Marta Kura (actual jefa del servicio de diagnóstico por imágenes del Hospital Militar Central), fue denunciada por “servicio literalmente vaciado para ser reemplazado por servicios externos prestados por Diagnóstico Científico Integral”. Cuando se habla de equipos de diagnóstico por imágenes se está hablando de cifras millonarias. La rentabilidad de estas operaciones estaría dada, sobre todo, por la sobrefacturación de los servicios. Diagnóstico Científico Integral, a través de gestiones de Berni, habría adquirido un costoso equipamiento para el diagnóstico por imágenes. El informe continúa resaltando el acelerado ascenso del nivel de vida de Kura, sus viajes al exterior y la adquisición de estancias y campos, sobre todo en la provincia de Buenos Aires.

Se trata de una estancia que habría comprado pero que en verdad figura a nombre de su pareja. Asimismo, en 2012, Kura hizo un viaje a Turquía y otro a Panamá, en compañía del Secretario de Seguridad. No sólo se trató de un viaje turístico sino también de la gestión para la adquisición de nuevos equipos. Por último, la denuncia menciona que Kura actuó como testaferra de Berni en otros negocios más oscuros.

Por otro lado, en la red de negocios de Berni-Kura, tiene una activa participación la conducción de la obra social del Ejército (IOSE), sobre la cual ejercería una influencia decisiva Berni.

El operador de Berni en el IOSE sería el Jefe del Departamento de Administración Financiera del organismo, el coronel Ricardo José Rogala. Varias fuentes señalaron en aquel entonces la existencia de varias compras de equipamiento altamente sospechosas. Una de estas operaciones consistiría en la adquisición de una importante partida de ecógrafos que luego pasaron a ser usados por la empresa de Kura. Es por ello que, a través del IOSE y FUSEA, se habría adquirido equipamiento destinado a ser usado por prestadores privados y cuyos precios, además, indicarían una notable sobrefacturación.

Lo curioso fue que esto ocurrió en un momento de mala situación financiera en la obra social del ejército, que habría obligado a que se realice una reducción de personal. Luego de la publicación de los primeros dos artículos en este medio hubo indicios de que Kura empezó a adoptar medidas de seguridad. Para empezar, eliminó sus perfiles en Facebook y Twitter, que incluían fotos con Berni.

Sergio Berni continuó negando haber realizado cualquier acción de corrupción para enriquecerse. No obstante, sigue imputado en la justicia por la velocidad en la que creció su patrimonio. La denuncia por enriquecimiento señalaba que más del 70 por ciento de los ingresos declarados por Berni provienen de actividades particulares que se desconocen. ¿Nuestro posible ministro de Seguridad prioriza la actividad privada, y en algunos casos ilegal, respecto de sus funciones públicas?

Por último, sus dichos continúan siendo fruto de polémica, debido a que la semana pasada afirmó que, donde haya un ser humano, va a haber corrupción, dando a entender la paupérrima realidad en la que se maneja el candidato.

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