Por Oscar Dufour.-

INTERNA CALIENTE ENTRE “LOS GORDOS” Y LOS “INDEPENDIENTES”: Ante la postura firme de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), en una conferencia de prensa realizada en la sede de Azopardo 802, Juan Carlos Schmid anunció que “se ratificó lo resuelto en el plenario nacional de Ferro, para convocar a una movilización de protesta el martes 22 a Plaza de Mayo, con la agenda que es de público conocimiento”. En septiembre definen si van al paro.

Junto a Juan Carlos Schmid (CATT) estaban los triunviros cegetistas, se mostraron juntos pese a las diferencias, ya que los gremios que se reportan al randazzista y ex massista Héctor Dáer (Sanidad), son los más cercanos al Gobierno del Presidente Macri y pretenden suspender la protesta desactivando la marcha del próximo martes 22 de agosto, postura que Schmid no comparte ni tampoco Carlos Acuña (SOESGyPE), aunque este último más tibiamente y sigiloso, haciendo honor a su apodo de “hombre invisible”. Los analistas “no ortodoxos” afirman que ellos “tienen el boleto vencido” y se tienen que bajar.

La postura de Juan Carlos Schmid (CATT) fue clara y ya la había anticipado ayer. “El Gobierno puede pensar que las elecciones son un espaldarazo pero nosotros vamos a volver a imponer nuestra agenda frente al ejecutivo, frente al empresario y frente al legislativo porque después de las seis de la tarde los problemas siguen estando”.

En tanto, el que más se hizo oír por estas horas fue el líder de La Bancaria, y uno de los referentes de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) -línea interna de la CGT- Sergio Palazzo, a quien se sindica después de octubre como titular de la central obrera, y tal vez el dirigente gremial que más le “marca la cancha al Gobierno y a sus pares”. Ayer cruzó a “los gordos” y disparó “que parte del mandato por unanimidad del plenario en Ferro no entendieron…”

Desde la Corriente Federal y en distintos ámbitos pero con un mismo objetivo se alzaron también otras voces, Héctor Amichetti (FGB) expresó que “La ruptura de la CGT sólo le es funcional al Gobierno”; Carlos Minucci (APSEE) por su lado subrayó “Este es un Gobierno que se olvidó de los problemas de la gente”; en tanto Horacio Ghilini (SADOP) apuntó “Los trabajadores quieren una sola CGT, pero que sea combativa”; finalmente Walter Correa (SOCRA) remató sin vueltas “Desde la CGT deben entender que la única salida es la defensa de los laburantes”.

En la CGT hay vientos de cambio, la sensación es que para octubre después de las elecciones, el ala más combativa de la central obrera, la Corriente Federal de Trabajadores, se hará cargo de la sede de Azopardo 802.

Son los líderes gremiales que están en “la trinchera”, los que “ponen el pecho”, y fundamentalmente los que “no claudican y están al lado de los laburantes”.

Los que quieran oír… que oigan.

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