El proyecto de ley declarando de interés nacional el abordaje de las dificultades específicas del aprendizaje (D.E.A.) de autoría de María Laura Leguizamón fue aprobado por unanimidad en el Senado el 10 de octubre de 2015 pasando a la cámara revisora, en este caso la de Diputados.

Pero resulta que como la firmante es una ex kirchnerista hoy reclutada por Pichetto para la renovación del peronismo, el islote cristinista residual que tiene en la Cámara Baja unos cuantos talibanes le puso la proa a un proyecto que sin ser de alto voltaje político impacta en todo el sistema escolar y en alguna medida en el de salud todo para castigar a la insurrecta.

El proyecto debe pasar por tres comisiones, siendo la cabecera Educacíón, presidida por el sanluiseño José Luis Riccardo, quien se apresta a presidir la UCR de su provincia en octubre próximo. Inexplicablemente (o no tanto) la Comisión que preside Riccardo recién empezó el análisis por los asesores en julio, a ocho meses de haber concluido las elecciones presidenciales.

En tren de darle largas al asunto los asesores cristinistas propusieron un debate entre especialistas en neurología y entre educadores que insumió todo el mes de agosto sin aportar mayores novedades. Ahora pretenden introducirles modificaciones con lo cual volvería al Senado.

Criticado por algunos impulsores de la iniciativa respecto de la demora, Riccardo se defendió argumentando que le resultaba difícil trabajar el consenso necesario para el dictamen favorable toda vez que algunos diputados de Cambiemos y del Frente Renovador habrían comprado los argumentos de los opositores al proyecto que en realidad no tienen mayor sustento.

La dislexia es un problema que afecta a algunos niños en edad escolar dificultándoles el aprendizaje tal como está diseñado en los currículos oficiales. Se estima, porque no hay estadísticas debido a que muchos no son detectados, que esta situación afecta a un 10% de la población escolar. El infante que sufre este trastorno tiene una conformación neurológica distinta a los calificados como “normales” (aunque por lo general son mucho más inteligentes que éstos) y por ello requiere la aplicación de técnicas específicas para lograr su inclusión armónica en los grupos de aprendizaje.

Obviamente la problemática es mundial, por eso la Organización Iberoamericana de las DEA, la DISFAM y la FEDIS de España mandaron cartas a Riccardo prácticamente pidiéndole que deje de dar vueltas (en clave diplomática, por supuesto) e impulse el dictamen para que pase al recinto donde se supone que las mezquindades partidarias no obstaculizarán el trámite de una ley que traerá soluciones a miles y miles de chiquitos que hoy sufren discriminaciones de todo orden y son tratados de vagos, rebeldes o “problemáticos”.

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