Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor director:

Es preocupante e inoportuno que la Argentina haya decidido abandonar todas las negociaciones que llevaba a cabo en el Mercosur, con el mundo en crisis económica y aislándonos de países como Corea del Sur, Singapur, Canadá, Egipto o Israel, y continuando únicamente con la Unión Europea (UE), un hueso duro de roer, y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), seguramente mal asesorado el presidente Alberto Fernández por su canciller, que no es diplomático.

Argentina, llamativamente mantiene relaciones tirantes con los otros socios, Brasil, Uruguay y Paraguay, que pretenden aliviar los aranceles comunes, que vienen aislando el Mercosur desde siempre, ensimismado en su ombligo, y con países como Corea del Sur, que mantuvo un comercio bilateral en 2019 de casi USD 10.000. Asimismo, esa decisión es perjudicial para nuestro país, teniendo en cuenta que Corea del Sur se ha posicionado en los últimos años como una potencia económica de Asia Pacífico, que además cuenta con una red de 15 tratados de libre comercio -similar a Chile- con 52 países. ¿Qué pretende Fernández?: ensimismado en sí mismo como una ostra, perdiendo oportunidades con todo el mundo, que implica inversiones, adelantos técnicos, mayor producción, dar trabajo a la gente, bajar la desocupación y la pobreza, incentivar el ingreso de divisas que se requieren desesperadamente para la importación de bienes, materiales, insumos para la industria y el campo, para ser más eficientes y competir internacionalmente, lo que no sucede actualmente con una economía cerrada y produciendo productos de inferior calidad y caros, interna y externamente.

De modo que la actitud del jefe de Estado, pésimamente asesorado o no, es improcedente e inaceptable, reiterando el aislamiento del kirchnerismo que castigaba e impedía exportar. ¡Vamos por muy mal camino!, le advierto.

Con cordiales saludos; y es la séptima nota enviada desde el 6 del actual.

Share