Por Roque Villazán.-

Una vez más, el abogado defensor de la expresidenta vuelve al ruedo intentando encarajinar la causa que tiene a maltraer a CFK pidiendo el apartamiento del fiscal Villar y recusando al juez Barroetaveña.

En sus argumentos dice que su defendida ha sido imputada en diversos expedientes en los cuales se debatió si la “declamada asociación ilícita” habría sido una sola o si se trataría de dos supuestas bandas distintas e independientes pudiendo en este caso configurarse una situación de litispendencia (que en criollo sería la multiplicación de una misma imputación).

Además y como si fuera poco, pide el apartamiento de Barroetaveña porque dice que ya ha emitido opinión en otro expediente en torno a “los extremos fácticos y jurídicos que dan sustento al agravio introducido por la fiscalía lo cual lo coloca en una clara y lamentable posición de prejuzgamiento” (¡uf, cuánta vuelta para decir que sospecha que el juez debe estar pensando que Cris es chorra!)

Recurriendo al latín, este políglota abogado encuentra al juez inmerso en mutatis mutandis (hacela fácil, chabón, decí “cambiando lo que se debía cambiar”) diríamos en el rioba.

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