Por Hernán Martínez.-

Habría que decirle a Kicillof que, en lugar de acudir a la Justicia por el reclamo de la partida que le robó a la Ciudad con anuencia del títere, y que de paso, Rodríguez Larreta se enteró en un acto público, acuda a la Justicia por todo lo que potencialmente le deben embargar por la expropiación irresponsable de YPF (que, según sus dichos, “le costará cero peso al país”). Ahí tenemos hoy a los fondos averiguando qué bienes embargables andan dando vueltas para accionar en lo inmediato en contra de la Argentina. Debemos ver que la expropiación sin razón, y que debe haber tenido intereses económicos y políticos muy fuertes para hacerlo, nos está costando 16.000 M de dólares a todos los argentinos, que debemos pagar con nuestros impuestos!!

Esta bravuconada típica de un principiante adulador e inexperto es lo que debe ser condenado por todos y llevado a la Justicia también en lo inmediato por incumplimiento de los deberes como funcionario público, a él y a todos los que avalaron este robo de empresa. Esta irresponsabilidad política es lo que debemos condenar por la sinrazón de sus actos. Hoy viene a reclamar públicamente lo que no le corresponde para pagar sus cuentas y los sueldos astronómicos de los exfuncionarios nacionales refugiados en la provincia así no pierden el contacto con los negocios vivos (una dualidad inexplicable). A los fondos poseedores de los derechos, les diría que nos harían un favor si se llevan a YPF, Aerolíneas, AYSA, Yacimientos Río Turbio, y un par más de empresas estatales que nos hacen perder plata a diario por el altísimo déficit que generan todos los meses.

Sepamos todos y cada uno de nosotros, que así como actuó antes, volverá a actuar ahora sin “pensar en la gente”, como pregona cada vez que puede, con el agravante de que hoy, además de tener que pagar esa cifra, vamos a tener que afrontar la suba de impuestos provinciales y, de paso, los municipales, por la ineficiencia política y por el déficit monstruoso de sus gestiones.

No es justo para nadie asumir esta burrada de gestión. Digamos no a esto y exijamos un juicio político que condene sus actos fallidos. Tengamos presente que la ideología populista que lleva en sus venas es una cosa y la pericia técnica para ejercer un cargo con responsabilidad (materia que la tiene previa) es otra que, con este Sr., jam{as lograremos juntarlas por ser naturalmente opuestas.

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