Por Hugo Modesto Izurdiaga.-

Desde el inicio de la democracia en 1983, la Confederación General del Trabajo, cada vez que convocaba a un cese de actividades, luego de finalizado se jactaba alegremente de haber logrado un alto acatamiento de la población. Esto se debía a que había escasos o nulos medios de transporte para que la ciudadanía pudiera viajar. Este miércoles 24 quedó demostrado que los ciudadanos argentinos priorizan el poder concurrir a sus empleos y no están dispuestos a acatar ninguna clase de mandatos impartidos por un puñado de sindicalistas. Al tener diversas opciones para poder trasladarse, colectivos, trenes, subtes, la gran mayoría del pueblo argentino (salvo empleados estatales) optó por realizar sus labores cotidianas. Por lo cual, el paro general terminó siendo un fracaso. Que le quede bien en claro a la central obrera… La gente quiere y necesita trabajar.

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