Por Hugo Modesto Izurdiaga.-

Todos los argentinos le estamos poniendo el hombro a la grave crisis económica por la que atraviesa el país, mientras que otros, por el solo hecho de estar en la palestra, buscan no perder la popularidad que algún día tuvieron. Si bien cualquier ciudadano tiene el derecho a expresarse libremente, hay algunos personajes políticos que deberían llamarse a silencio. Hay una señora, que formó parte del peor gobierno de la historia, que cada tanto entabla alguna clase de crítica a través de la red social Twitter. Si esta persona desea discutir cualquier asunto, lo mejor que puede hacer es presentarse ante la justicia, donde tiene una condena por el delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública, aunque aún puede apelar. Transcurría el año 2016 cuando CFK, en una entrevista a un canal de noticias, se jactaba diciendo: «Deberían darme un premio Nobel de Economía en vez de perseguirme judicialmente». Sería un buen gesto de su parte, para con el pueblo argentino, que la exitosa abogada (millonaria en dólares) renuncie a sus dos jubilaciones de privilegio, como así también reduzca considerablemente sus 120 custodios de seguridad. De hacerlo, le demostrará al pueblo que un hecho vale más que mil palabras. En sus cuatro años como vicepresidenta, su objetivo primordial fue atacar a la Corte Suprema de Justicia.

¡Una hábil astucia para lograr dirimir sus conflictos judiciales!

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