Por Mariano Aldao.-
Terminaba de apagar el televisor, tras haber disfrutado de la lluvia que nos trajo alivio a todos (en una primavera con poquísimas precipitaciones) y al sentarme ante la compu para dar fin al ritual diario antes del baño, previo al sueño, me topé con una desagradable nota: las fotos de la pomposa fiesta del primo del expresidente en la Rural, donde asistieron más de 300 invitados.
La sensación que tuve (por pura curiosidad entré en la nota) es la de haber visto un desfile de máscaras y disfraces). Y me pregunté: ¿era necesaria esa ostentación en los momentos aciagos que vive la sociedad? ¿Con la procesión de pobres que invaden las calles diariamente, la cantidad de jóvenes que deambulan como zombis después de fumarse un porro (escapándole al futuro), el desorden general, en todos los niveles de la República y la angustia de los jubilados (que ganan menos del 50% de la canasta básica tras 60 años cabalgando sobre la vida, con la fatiga que su tránsito genera y que no disimulan? Algunos habiendo aportado rigurosamente, otros, por diversos motivos (todos atendibles) con alguna deuda previsional, pero todos unidos por el mismo fenómeno, la vejez que a todos nos llega y que a ellos los ha alcanzado, como también su vulnerabilidad.
No me importa si el dinero para costear esa fiesta fue ganado lícitamente, si ya no hay pandemia, ni nada. Me importa que no se tenga el decoro de saber que desde hace rato estamos en el Titanic, “habiéndonos comido el iceberg” pero seguimos bailando y tirando manteca al techo para festejar una boda de segundas nupcias entre gente grande, con aire adolecente.
Nada tengo para objetarles, cada uno hace con su platita lo que quiere, según el dicho, sólo que sentí la tristeza de ver que esa festichola fue organizada por aquellos que pregonan que hay que luchar contra las asimetrías, que “TODOS” deberemos hacer sacrificios para salir del lugar decadente en el que nos encontramos. Así, no lo creo.
15/11/2022 a las 5:19 PM
10 puntos
15/11/2022 a las 6:29 PM
Es verdad. La ostentación de los funcionarios es de cada día. Y que me cuenta de los viajecitos en avión como si fueran jeques. Los viajes y comitivas al exterior, con un despliegue digno de monarcas.Y de los presupuestos para las oficinas del gobierno(catering que le llaman), incluídas Olivo y Rosada. Y los sueldos dignos de magnates, cuando los jubilados están en un nivel que asombra y duele. Y a quedarse tranquilo que cuando se destape la lista de los mundialistas(me refiero a los viajeros,no jugadores).será para el comentario más desopilante. Y los que cobraron (250000,dicen), sin corresponderle y los muertos «vivos»(2800,dicen) es para el almanaque de «fin de año». Por lo tanto, si seguimos lo de la Boda Macri-Ludueña, es sólo una pizca de todo el muestrario.
15/11/2022 a las 6:38 PM
Sin dudas que es así, sucede que pretendo que la oposición tenga conductas coherentes con lo que pregona. So iso (diría un brasileño)
16/11/2022 a las 2:14 AM
Muy bueno Mariano. Concuerdo totalmente.
16/11/2022 a las 6:06 PM
Sr.Aldao.
Por si no se interpretó bien lo expresado le manifiesto que concuerdo en todo con Ud.
Desde ya que la vara con la que se deben medir los pecados es la misma, sin distinción de colores. Mas aún soy un crítico total de la oposición también; que justo es decirlo bastante cositas deja en la nebulosa.Y cuando se pasen de listos, la van a pagar en los votos.
17/11/2022 a las 10:05 AM
Felicitaciones por la nota.
Comparto el desagrado por la exhibicion de riqueza, el discurso de la igualdad por parte de personas acomodadas, la marihuana, y sobretodo la ausencia de orden.
No me esta claro aun si una vez que un pueblo entra en un proceso de decadencia se puede recuperar. Sospecho que no porque requiere un rechazo completo de esa sociedad. Solo queda abandonarla.
23/11/2022 a las 7:27 PM
NO FUE VERGUENZA ,,,FUE UNA BODA , NO UN CUMPLEAÑOS DE UNA DE QUIN
TA SEPAN DIFERENCIAR