Por Hugo Modesto Izurdiaga.-

En el atentado frustrado a la vicepresidenta, no se puede certificar, de forma clara, las causas que llevaron al atacante para actuar de semejante manera. Sólo se puede evaluar alguna que otra conjetura.

Algunos personajes manifiestan que Sabag Montiel ejecutó la agresión, porque actuó inspirado por declaraciones provenientes de parte del periodismo.

«Esta hipótesis es un tanto apresurada» y desde todo punto de vista, absolutamente errónea.

Los diversos símbolos nazis grabados en su cuerpo, tienen una sola lectura: «Ostentar la ideología nazi». Un individuo que exhibe tatuajes de esa índole, deja bien en claro su total postura y simpatía hacia el régimen que provocó el Holocausto, impuesto por Adolf Hitler.

En nuestro país nadie promueve tales ideologías violentas. Son movimientos políticos obsoletos que han caducado en el tiempo. En la República Argentina no hay políticos, ni periodistas promoviendo esa clase de ideas nefastas.

Conclusión: No se deje engañar el pueblo argentino ¡La cultura del odio no existe!

Share