Por Hernán Martínez.-

Acechos en las vías de acceso para robar, la desconfianza en la justicia por la liberación del delincuente que retiraba dinero con 46 tarjetas de crédito, las promesas de beneficios por parte de Massa, que conducen a la ruina del sistema que hoy promete lo que no pudo implementar desde que es Ministro de Economía porque todo es mentira, las mentiras de Massa, que es un oportunista sin decoro ni principios reales y únicos, la violencia de los perdedores en las elecciones y la amenaza de los punteros que se creen dueños del sistema, la irracionalidad de los habitantes (no dueños) del barrio Emerenciano, que actúan como dueños de la verdad cuando su mentor y familia están presos por asesinato y demás delitos asociados, la caradurez del Presidente, que merece la pérdida de respeto de todo ciudadano que se precie, porque fue, es y será un gran inútil al que después le debemos pagar la jubilación y el séquito de seguridad, la dilapidación de fondos sin respaldo a AySa para las compras indiscriminadas e inútiles minutos antes de que cambie la dirigencia, los desmanes de los primates de los sindicalistas ricos que siguen viendo que son dueños del país, y todos los eventos chicos y macro que estamos viviendo nos conducen a ser la Nación más desprestigiada del planeta.

El próximo gobierno deberá, además de administrar el desastre, impartir y conducir un drástico cambio acompañado por la Ley, su aplicación estricta para que no nos roben más, ni las vidas, ni las jubilaciones, ni el destino de este país.

Todos los responsables deberán estar presos y condenados con una Justicia express con presupuesto. Esta es nuestra última oportunidad para salir y eso lo sabemos todos.

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