Por Jorge Enrique Yunes.-

Hace escasos días, el Fiscal Luciani pidió en la causa de Vialidad Nacional la pena de prisión de 12 años con la accesoria de inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos a «La Reina» -Cristina Fernández de Kirchner- por encontrarla responsable directa por corrupción y asociación ilícita en variados emprendimientos de la obra pública.

Indudablemente este acto jurídico procesal ha tenido y tiene un impacto político fenomenal en un país y una sociedad que se golpea el pecho declamando por la Democracia y por la República, pero cuando le toca su costado más sensible desconoce y se olvida de la división de Poderes y del respeto a la norma. El «Seamos esclavos de la ley para poder ser libres» nunca lo escucharon ni respetaron.

El Kirchnerismo se ha transformado en el verdugo del Justicialismo, la Democracia y la República.

No lo podemos ya mirar como un Partido Político más, sino más bien como una secta.

No cabe otro criterio ante el fanatismo peligroso de sus seguidores y acólitos.

La oposición deberá mensurar muy bien sus actos administrativos y políticos, porque éste espacio político, ésta «joyita K» no escatima esfuerzos en victimizarse y en resucitar a Eva o Perón si eso le conviniera.

La actitud del Jefe de Gobierno de la CABA, Rodríguez Larreta, vallando la esquina donde vive La Reina, fue de una torpeza política nunca vista.

Senores dirigentes de la oposición: O se ponen las pilas de una buena vez y trazan su estrategia de modo serio, responsable y sin mezquindad alguna, o tendremos Kirchnerismo para rato.

Para finalizar, le recuerdo a mi colega «Cris» una máxima que parece desconocer: «DURA LEX SED LEX».

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