Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor director:

No debería llamarnos la atención la declaración del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, de que «las calles estarán regadas de sangre y muertos si la oposición gana las elecciones», quien se supone debe preservar vidas y bienes de la sociedad y no amenazar a la civilidad, que confirma la preocupación de la ciudadanía responsable, proveniente del funcionario del cuarto gobierno kirchnerista -ex intendente de Quilmes, quien -recordemos- fue retirado de esa ciudad en el baúl de un automóvil, por quien luego sería presidente, Eduardo Duhalde, y, aunque no se crea, fue traicionado por Aníbal Fernández.

No deja de ser preocupante la situación deplorable de la República Argentina, a causa de los integrantes del cuarto gobierno K, que «a cada paso, hacen una cag…», y nos preocupa la deplorable situación de la Nación en todos los aspectos, a la luz de un gobierno que carece de lo más elemental -un plan de gobierno y económico-, que ha destruido el país con una inflación superior al 100% anual, llenando el país de pobres, que los «quiere tanto el presidente Alberto Fernández, que los aumenta; y que nadie está seguro luego de ciertas horas nocturnas de regresar sano y salvo a su hogar, y ser asaltado y asesinado…

Lo único que supieron hacer, con una inflación, repito, de más del 100%, fue llenar al país de pobres -que los quiere tanto que los aumenta-, amén de que «cuanto más ignorantes, mejor», y la población abandonada a su suerte.

¡Menos mal que en ocho meses nos libraremos del kirchnerismo para siempre, y que el nuevo gobierno -de la oposición- encare las medidas que encaminen a la Nación en pos del bien de la sociedad; y que todos quienes han destruido a la Nación y llenados los bolsillos a costa del erario público -el caso del kirchnerismo, que es vox populi-, vayan a parar a la cárcel, devolviendo los bienes mal habidos, provenientes del erario público.

Con cordiales saludos.

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