Por Juan José de Guzmán.-

No basta con que haya renunciado a la posibilidad de presentarse a la reelección (sólo una afiebrada mente podría haber pensado en darle su voto).

Tampoco basta con culpar a “la derecha” de todos los males que le ha producido a la sociedad su mala política.

Lo más sensato que usted puede hacer, hoy (en medio de las insensateces a las que nos tiene acostumbrados), es llamar a la oposición y negociar un adelanto de las elecciones presidenciales de octubre.

No hay tiempo que perder; su gobierno está totalmente acabado; imaginar 6 meses más en medio de este suplicio al que nos impulsa su gestión es como mínimo “muy perverso”.

A usted no le cree nadie, ya, absolutamente nadie. Peor aún, usted y todo su gabinete han perdido el respeto que la ciudadanía le debe a la máxima autoridad de la nación.

Piénselo, consúltelo con la almohada esta misma noche (NO con el círculo íntimo que lo acompañó y llevó a producir el desastre que hoy padecemos los argentinos).

¡No hay tiempo que perder!

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