Por Otto Schmucler.-

Justo Campeón, injusto Subcampeón

El sábado finalizó el más vibrante torneo de los últimos años del futbol argentino, dónde el que se coronó hizo el gol que necesitaba y el que no, también hizo los que lo hubieran coronado, sólo que los ojos de Lousteau y sus colaboradores anularon un gol lícito, como tampoco vieron dos claros penales a su favor (como no lo hubieron hecho en aquellos recordados 3 penales no cobrados en la derrota frente a Boca en el 2011 que terminaron siendo decisivos para el descenso).

Para que Boca lograse lo que finalmente logró en estas «2 finales» necesitaba que River no ganara en Tucumán y eso sólo era posible asegurarlo con uno de los 2 árbitros designados. River felicita al Campeón, Gallardamente (eso sí, no acudirá al TAS).

Adivinanza: ¿de qué color son las retinas de Lousteau?

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